como les he dicho soy una chica universitaria de 21 años, morena y de ojos marrones. estaba aburrida conectada a internet que tiene mi amiga en su cuarto en guanajuato pero como a las 12 de la noche que se nos ocurre salir, era un sabado y yo seguia en guanajuato de vacaciones.
yo me puse una minifalda vaquera, con una camiseta de tirentas roja y unos zapatos de tacón de color negro. La ropa interior como siempre provocativa, con un tanga de color rojo y… y nada más.
mientras Paula llevaba unos piratas negros con una camiseta blanca y unos tacones negros. Supongo que llevaría un tanga blanco, puesto que su sujetador de encaje era de ese color.
Al llegar a la zona de marcha situada junto a la playa la gente iba ya algo desfasada dada la hora, así que decidimos entrar en un bar bastante cutre que existe en la zona donde ponen tragos muy baratos.
Dentro del bar sólo había un grupo de 6 chavos bastante bebidos ya compitiendo por ver quien era el que más tragos bebía. Nosotras dos no solemos beber mucho puesto que se nos sube bastante rápido, pero esa noche habíamos llegado tarde y estaban a punto de cerrar, así que nos pedimos 4 tragos cada una y nos lo bebimos del tirón.
Al salir del "antro" nos paró uno de esos chavos musculozos para invitarnos a pasar a una conocida discoteca del lugar en la cual nos invitarían una copa. Aceptamos y ahí comenzó la noche para nosotras. Nos pedimos un ron cada una y nos fuimos a la pista a bailar, la música sonaba fuerte y los cuerpos se rozaban dada la cantidad de gente que había.
Empezamos a bailar sensualmente como solemos hacerlo, los chicos ya nos miraban y alrededor nuestra teníamos un círculo de chavos intentando entrarnos. Nos acercábamos y nos apartábamos rápidamente de ellos. Bailábamos pegadas y muy sensuales. Los chicos se nos pegaban por detrás, rozando sus cada vez más duros penes contra nuestros traseros, mientras nosotras hacíamos como si no nos diéramos cuenta y seguíamos bailando.
Empezó a sonar una canción que me encanta, de esas en la que mueves el culo y los chicos se mueren por bailar contigo para rozarse y tocarte sin problemas. En un segundo dos chicos se acercaron por detrás cociéndonos de la cintura y empezamos a bailar con ellos. El movimiento caliente y el roce de mi culo contra el chavo hacían que su polla creciera cada vez más. Me di cuenta de ello y empecé a bailar de forma más provocativa.
Sin darme cuenta por lo metida que estaba en la canción no vi como mi amiga se apartaba y empezaba a liarse con un chico. La canción terminó y decidí acercarme a mi amiga, pero el círculo formado a mí alrededor me lo impidió. Había como unos 7 chicos a mi alrededor que se acercaban para rozarse conmigo. El calor y el alcohol empezaron a hacer efecto y empecé a sentirme la reina de la fiesta.
Uno de los chicos se me acercó y me dijo que bailara con su amigo, que era muy tímido. Miré al chaval que vestía pantalón de pinza, jersey a cuadros y tenía unas gafas grandes…el típico nerd que nunca sale.
Me acerqué a él y empecé a rozarme con su cuerpo. Se retiraba, pero me abracé a él y lo acariciaba. Lo arrinconé contra una columna para que no se me escapara (me encanta poner a 1000 a chicos que sabes que no se van a atrever a tocar) empecé a rozar mi culo contra su polla mientras mis manos acariciaban su cuello, me agachaba y levantaba sensualmente. Los demás chicos me miraban con deseo y eso me ponía más caliente aún. El "pobre chaval" no sabía que hacer, no me tocaba, intentaba retirarse, pero sus "amigos" le vitoreaban y aplaudían.
Todos intentaban acercarse para rozar su cuerpo con el mío. Yo cada vez me sentía mas mareada y encima los chicos me ofrecían copas que yo aceptaba. Un chico se acercó por detrás y empezó a besarme en el cuello. Eso me encanta!!! Bailaba pegada a él y le dejaba hacer. Me acariciaba y tocaba sin que yo pusiera oposición.
Cuando me quise dar cuenta tenía a un chico rozándose por detrás y besándome el cuello mientras me tocaba todo el cuerpo y a cuatro amigos suyos alrededor y metiéndome mano de vez en cuando.
Mareada, pero con algo de conciencia, bailaba con cada uno de ellos y notaba sus pollas cada vez más duras. Uno de ellos intentó meterme la mano bajo la falda, pero al intentar impedírselo otro de sus amigos me cogió la mano para que su amigo pudiera hacer lo que quisiera.
Mientras un chico me agarraba una de las manos y se la llevaba a su paquete otro de los chicos me metía la mano bajo la falda tocando a su antojo todo lo que quería. Mientras los otros dos miraban y esperaban su oportunidad.
Empezaron a andar llevándome con ellos y no me di cuenta que salimos de la discoteca y nos dirigíamos a la playa. Por el camino seguían tocándome y metiéndome mano.
Uno vez en la playa un chico se tumbó y yo me senté encima de el moviéndome de forma provocativa. Sólo estaba jugando con ellos no quería llegar a nada más. Yo me acariciaba y me tocaba el pelo mientras me mordía el labio y notaba como cada vez se ponía más caliente.
Estaba parada rodeada por ellos, todos ya estaban desnudos y acariciándose sus penes y escuchando barbaridades como que estaba caliente, que me iba a gustar, etc.
empezaron a manosearme por todos lados y a querer quitarme la ropa.
Me resistía como podía pero eran muchos y mis fuerzas fueron enflaqueciendo.
Me pidieron que no reaccionara porque iba a ser peor y temí mucho que me golpearan y decidí hacerles caso, de todos modos no me importaba ser cogida una vez mas
Cuando me desnudaron totalmente no solo me tocaban sino que empecé a sentir sus lenguas por mi cuerpo.
Me tocaban y besaban los pechos, me tocaban, besaban y mordían suavemente mi culito.
Uno de ellos que supongo estaba más excitado que los otros se metió parte de un pecho en su boca, comenzó a succionarme el pezón y me lo mordía de tanto en tanto, lo que me provocaba cierto dolor pero no reaccioné.
Otro se arrodilló, abrió mis piernas y comenzó a comerme la concha. Esa era la palabra justa porque lo hacía con desesperación.
Yo tenía los ojos entrecerrados por el alcohol y cuando los abría lo único que veía eran chicos desnudos, acariciándose sus vergas.
No puedo hacer nada, pensé. En cierta modo me lo busqué por andar calentandolos en la discoteca, ya que me excitaba ver la cara de los chicos cuando me inclinaba al bailarles
Siguieron manoseándome entre todos y se turnaban con mis tetas y mi concha. Me rapegaban sus penes por todo el cuerpo y debo confesarles que eso me hizo calentar un tanto y no pude remediar que mis pezones se endurecieran y los chicos se dieron cuenta, ya que empezaron a gritar que me gustaba lo que me estaban haciendo porque me estaba excitando (y no mentían).
De pronto, uno de ellos me preguntó si no me animaba a chuparles la pija. Me hablaba como si estuviera programado de antemano lo que iba a suceder (y creo que fue así nomás).
Me estaban violando realmente pero ellos no lo veían así dada mi pasividad.,pues yo ya me estaba calentando.
Me arrodillé entonces y se formó una fila para que los mamara. No podía creer lo que estaba a punto de hacer ¡Chuparles la pija a cada uno de ellos!
Tomé una pija con mi mano y me la llevé a la boca. Me la metí casi toda y se la chupé. Los chicos gritaron alborozados como si hubiera sido gol de su equipo de fútbol preferido.
Otro de ellos tomó mi otra mano y me hizo pajearlo. Se ve que ya estaba muy excitado porque en un par de movimientos acabó en mi mano.
Y así fue sucediendo la cosa. Tenía un pene en la boca y un par en mis manos. Casi todos a los que se las chupé me acabaron dentro, salvo uno que otro que demoraba y el que le seguía en lo cola lo hacía salir.
Escuchaba las cosas que se decían y estaban enloquecidos y yo, tengo que reconocerlo, me excitaba cada vez más. Ya me estaba humedeciendo toda.
Fui turnándome pija tras pija en mi boca.
Seguía con los ojos entornados y cuando los entreabría mientras tenía la boca ocupada veía mi mano pajeando a uno de ellos y me sentía la más puta, la más sucia de las mujeres, pero a su vez una sensación extraña me invadía. Esos chicos se estaban abusando de mi pero no me disgustaba del todo sentirme, estaba haciendo gozar a un montón de muchachos a la vez y una sensación rara se apoderó de mi. Me sentía feliz por ello y no se cómo explicarlo.
De pronto uno de ellos propuso que fuéramos a la otra parte de la playa, donde estaban los bancos donde uno se sienta mientras ve el atardecer.
Uno me tomó de un brazo, me hizo parar (recuerden que los estaba mamando arrodillada) y me llevó hacia uno de los bancos donde me hizo poner en cuatro patas y al borde del mismo.
Así fue que me dijeron que mientras yo seguía chupándolos me iban a coger así no me quedaba con las ganas.
Eran unos desgraciados pero tenían razón, era lo que más quería en ese momento, que alguno me la pusiera porque ya no daba más y había tenido un orgasmo, que traté de disimular, mientras los mamaba, aunque el muchacho que tenía la pija en mi boca en ese momento de algo se dio cuenta pero no alertó porque lo mordí un poco y quiso sacarla rápido.
Mis piernas estaban abiertas, mi torso inclinado apoyando las manos sobre el banco y mi boca con la pija dentro del que estaba sentado en el banco. Estaba mi culito al borde exponiendo mi concha para el que quisiera hacerse dueño de ella.
Uno de ellos gritó que quería ser el primero en penetrarme y los otros no se opusieron. Sentí como apoyó la punta de su verga en mi vagina, empujó y la metió toda dentro de mi, que como la tenía humedecida no ofreció resistencia (además la posición favorecía la penetración).
No pude evitar emitir pequeños gemidos. Estaba en la posición donde más siento la pija cuando me cogen y es una de mis favoritas cuando lo hago.
El que me estaba cogiendo disfrutaba del momento tanto o más que yo porque estaba alborozado y parecía que me quería partir en dos.
Acabó furiosamente y por más que les había pedido que no lo hicieran dentro de mi no se cuidaron y uno a uno fueron depositando su leche calentita en mi concha ardiente.
No quería tener sorpresas porque no fuera ser que uno de esos chavos me dejara embarazada después de todo.
Muchos de ellos mientras me cogían por la concha me metían un dedo en el culito y eso me provocaba más sensaciones de placer.
Hasta ese momento ninguno había pensado usar ese agujero hasta que a uno se le prendió la lamparita y dijo en voz alta que me iba a coger por el culo, porque estaba seguro que me gustaría y que esto y que lo otro.
Así fue que le pedí que lo hiciera despacio, con paciencia, que tratara de lubricarme con algo y no se bien qué me pusieron, además de saliva porque cuando me penetró no sentí mayor dolor.
Al igual que los otros que habían llenado mi vagina de semen éste acabó en mi culito y era tanta la leche que la sentí chorrear caliente por mis piernas.
Estaban como locos. Gritaban y bailaban a mi alrededor.
Era increíble. Yo sentía mi vagina palpitar y con la sensación de que nunca habían sacado la pija de ahí.
Lo que me estaba pasando era extraordinario. Tenía pijas en la boca, en la concha y en el culo. lo estaba disfrutando!
Me estaban cogiendo entre varios y no la estaba pasando del todo mal.
Volví a acabar y esta vez no pude disimular mi orgasmo y los muchachos se dieron cuenta y se reian para despues empezar a correrse también en mi cara y mi boca.
Se fueron y me dejaron allí tiraba. en la playa. ya tuve que llamarle a mi amiga para ue pasara por mi, estaba toda borracha pero habia disfrutado al maximo
miércoles, 28 de marzo de 2012
miércoles, 21 de marzo de 2012
el amigo de mi hermano pequeño
A mis 21 años tuve una aventura con el mejor amigo de mi hermano pequeño de 16 años… todo empezó por casualidad, y tuve el mejor sexo de mi vida. Mejor que el que tuve nunca con mi novio. Lo peor de todo es que no me arrepiento. No sé qué hacer.
Hola, me llamo Nayeli. Antes de nada voy a describirme. Tengo 21 años, y mido 170 y peso 60 kg. Soy morena, mi piel es muy suave y tirando a blanca. Tengo curvitas porque soy más bien corpulenta sin llegar a estar gorda, digamos que maciza, y un poco más alta que la media. No es por presumir, pero me dicen que tengo un culo bonito, y sé que es verdad porque noto que los hombres se dan la vuelta para mirarme. Y mi pecho más bien grande y firme, tengo un novio de 37 años, esta grande pero me gusta. Soy la segunda de 3 hermanos, una chicas y dos chicos. El más mayor tiene 24 y el más joven 16. Siempre nos burlamos de él diciendo que ha sido un accidente de mis padres, pero casi es al que más queremos y a quien le consentimos casi todo.
Pero vamos a la historia. Todo empezó el día que tuve que dejar el coche en el taller por una avería. Me dijeron que tardarían 4 días en arreglarlo, así que me armé de valentía para trasladarme a mi escuela en el autobús urbano.
Era el mes de septiembre y finalizaba el verano. Pese a ello, hacía un tremendo calor, y yo llevaba un vestido hasta las rodillas y una chaquetita de punto. Zapatos de tacón. Serían las 7 de la tarde. Ya acababa de salir de la escuela y el calor aún era intenso. El autobús tardó en llegar mucho más de lo habitual, lo que no me incomodó demasiado pues estaba absolutamente enganchada a un libro y aproveché a leer. No siempre tengo tiempo para ello. En la parada se estaba acumulando mucha gente.
Cuando llegó el autobús y subí, a pesar de que el calor exterior era muy fuerte, tuve que ponerme la chaqueta ya que en el autobús el aire acondicionado era muy fuerte y no quería resfriarme. Tampoco quería que se me notasen los pezones, ya que son muy sensibles y enseguida se endurecen con el frío. Pese a todo, tenía la sensación de que algo se notaban. Me anoté mentalmente ponerme un sujetador con relleno al día siguiente.
No pude encontrar sitio para sentarme, y me quedé en la zona de viajeros de pie, apoyada contra la pared lateral y la ventana, y me dispuse a leer mi libro. Así estaba, concentrada, cuando en una de las paradas se subió Nacho, uno de los amigos de mi hermano menor. No me di cuenta de ello hasta que él llegó a mi lado y me saludó tímidamente “Hola Nayeli”. Me dio cierta rabia porque era el típico conocido con el que no se tienen muchos temas de conversación y mi libro estaba en una fase bastante interesante.
Pese a ello, cortésmente entablé conversación con él, preguntándole por sus exámenes. Estaban preparando la selectividad. Cada vez entraba más gente en el autobús, y cada vez estábamos más juntos. Aunque no existía contacto físico entre nosotros, la sensación de tenerle tan cerca invadiendo mi espacio vital, me tenía algo inquieta. Aún más porque Nacho es algo más alto que yo, y tenía la sensación de que desde su posición tenía una vista inmejorable de mi escote. Siempre he tenido complejo de tener el pecho grande, pero especialmente ese día que llevaba un vestido con escote en pico algo pronunciado y un ligero sujetador de verano.
Me sentía azorada porque debido al efecto del aire acondicionado o de los nervios de la situación en sí misma me habían provocado excitación en los pezones, que no quería mirarlos, pero estaba segura que se marcaban claramente sobre la tela.
Una vez más, el autobús llegó a una parada con muchas personas esperando y, aunque algunos se bajaron, subió mucha más gente… que presionaba por tener espacio. Un grupo de jóvenes que estaba en la entrada empujó a todos los demás bruscamente para poder entrar. Eso sí que lo vi venir, y me giré para no establecer contacto de frente con el amigo de mi hermano, que quedó pegado al lateral de mi cuerpo frente a mi hombro. Ahora sí que estaría viendo el comienzo de mis tetas y los encajes del sujetador ligero de verano que llevaba… pero no podía hacer nada.
Un empujón más y quedó completamente pegado a mí, hasta el punto que sentía su bulto presionando a mi cadera. Lo notaba casi perfectamente tal cuál era. A Nacho se le había quedado una sonrisa idiota, como si esto fuera una experiencia agradable o curiosa “hijoles, cómo se está poniendo esto” dijo bajito en mi oído, produciéndome un escalofrío.
Por suerte el autobús pudo cerrar las puertas y emprender la marcha, lo cual me alivió algo hasta que me di cuenta de que el movimiento que se estaba produciendo era aún peor. El traqueteo propio de la marcha del autobús provocaba que sintiese su cuerpo rozándose contra mí en pequeños vaivenes. Estoy segura de que no lo hacía a propósito pero el hecho es que sentía como su miembro iba creciendo y poniéndose más y más duro contra mí. Y yo, notándolo me sentía cada vez más descolocada. Estaba notando el cosquilleo entre mis piernas, que precede a la humedad. Exteriormente trataba de aparentar calma. Incluso disgusto. Pero la realidad es que presionaba mis muslos muy juntos entre sí, para incrementar el ligero cosquilleo que notaba en mi sexo. Me estaba poniendo muy pero muy caliente.
Ahora ya no hablábamos de nada. Casi tenía los ojos cerrados dejando pasar el tiempo y tratando curiosamente de averiguar cuanto mediría la polla de aquél chico. Estaba inmensa y dura muy dura. Me distraje un poco en esos pensamientos, hasta que un movimiento brusco del autobús me hizo reaccionar y sorprendiéndome a mí misma ya que estaba aprovechando el movimiento del autobús para rozar lateralmente uno de mis pechos contra él. Él estaba también azorado, no sabía donde mirar y se le notaba que, como yo, lo estaba pasando mal y bien a la vez. Era una experiencia nueva.
Me dio hasta un poco de pena la carita de apuro de Nacho. No era culpa suya, pero su miembro estaba verticalmente apoyado presionando mi cadera sobre la tela. Hasta tenía dudas de si había humedad en él. Decidí quitar un poco de hierro al asunto y hacer un comentario gracioso “vaya Nacho, no debías haberte metido ese vaso de tubo en el bolsillo del pantalón”.
Me miró y sonrió tan adorablemente, casi pícaramente que algo me hizo continuar con el roce de mi teta contra él. Tratando de disimular, aunque seguro que la expresión de mi rostro me delataba, continué rozándome aprovechando el traqueteo. Me giré levemente para que mi pezón notase también algo de ese roce con su cuerpo. Siempre he tenido los pezones muy sensibles, aunque el bestia de mi novio nunca los ha sabido tratar y casi no le dejo tocarlos.
Una de las personas que estaban detrás de nosotros rompió la magia del momento, anunciando que quería bajar en la próxima parada. Ello me obligó, con cierto disgusto que no quise traslucir, a darme la vuelta contra el cristal sin poder ver ya a mi “romeo”, pues quedaba de espaldas a él. Cuando tras la parada se recolocaron los viajeros empujándonos otra vez, noté con sorpresa cómo él quedaba con su pecho comprimido contra mi espalda, y su polla perfectamente encajada en mi culo sobre el vestido.
Ahora sí que el momento me produjo un escalofrío largo. Ya no era un pequeño cosquilleo, ahora con el traqueteo me estaba poniendo cachondísima y estaba segura de que mis braguitas se estaban empapando. Pensaba “mierda, con este crío me estoy poniendo mucho más cachonda que los últimos 2 años con mi novio”. Tenía cierta preocupación sobre qué pensaría él de mí en este momento, pero me dio por fantasear que quizá él pensase que era una chica caliente y puta… y eso me puso aún más caliente. Me movía ligeramente sobre él, y pensaba en que si fuera capaz de colocar mi bolso entre mi cuerpo y la pared a la altura de mi abdomen y mi sexo, sólo unos roces serían suficientes para correrme como una perra. No me atreví a llegar a tanto, pero me quedé con un deseo no satisfecho.
No sé el tiempo que estuvimos así. Seguro que duró sólo unos pocos minutos hasta que llegamos a la parada de mi casa, pero la experiencia me dejó bastante descolocada. Me fui caminando a casa notando la humedad entre mis piernas y planteándome cómo había pasado para encontrarme en esta.
Los dos días siguientes aún fui en autobús. Aunque no quería reconocerlo, me sentía nerviosa como una adolescente ante la posibilidad de volvérmelo a encontrar con Nacho en una situación así. Luego me devolvieron mi coche y ya no tuve ocasión de verle más. Con todo, a veces me venía a la mente la escena en algunos de mis desahogos solitarios, o haciendo el amor con mi novio cerraba los ojos y pensaba en ese momento.
Poco a poco se me fue olvidando. Mejor dicho, no lo olvidaba, pero se me hacía casi imposible imaginarme de nuevo en una situación como la del autobús. Empecé a pensar que fue algo que no pasa nunca ni volvería a pasar. En dos o tres ocasiones vi a Nacho por casa acompañando a mi hermano y no me atreví a decir nada, quedando todo en algún cruce de miradas.
Pero llegó la Navidad, y mi hermano nos anunció que Nacho pasaría el fin de año con nosotros, ya que es hijo único y sus padres habían decidido pasarlo esta fiesta en un crucero, por primera vez a solas. Aunque externamente no mostré ninguna emoción, por dentro me dio un pequeño vuelco al corazón. El chico objeto de mis fantasías sexuales en los últimos meses durmiendo en nuestra casa. Ummmm rápidamente me puse a pensar en la ropa que llevaría esos días, o en como me iba a vestir o peinar. Estaba nerviosa, tengo que reconocerlo.
Esos nervios me hicieron que, durante la cena de nochevieja, bebiese más vino blanco de lo normal en mí. Nacho, al principio se mostró tímido cuando yo le miraba, pero luego también tomó vino y se soltó con algunos comentarios bastante graciosos. Entonces ya me miraba directamente, provocándome una sensación curiosa y agradable, como si fuese algo deseado y prohibido. Recuerdo que la cena fue divertida, con todos mis hermanos y Nacho. Hicimos algunas bromas a Nacho y a mi hermano, que estaban perfectamente vestidos con traje y corbata ya que iban a una fiesta de etiqueta. De todas formas, yo me pedí el primer baile, antes de que salieran y me tuvieron que decir que sí. El vino me había dado una idea y la tenía entre ceja y ceja.
Vimos las campanadas por televisión, y todos nos besamos deseándonos feliz año y brindando. Ya en mi beso a Nacho acerqué mi cuerpo a él para que sintiese mi pecho. Me había puesto un vestido rojo pasión bastante atrevido de escote, y unas medias negras hasta la mitad del muslo. Ropa interior negra (ya llevaba rojo el vestido). Luego empezaron las llamadas de teléfono de felicitación. Mi novio me mandó un mensaje al celular diciendo que vendría a buscarme a la 1 y media. Íbamos a ir a casa de unos amigos a celebrar la noche.
Todos se empezaron a preparar para salir. Mi madre a recoger las cosas de la mesa. Mi padre a ver la tele y no nos dejó poner música allí. Entonces yo, que soy persistente, dije con mi mejor sonrisa para que todos me oyesen “¡Yo no me quedo sin mis bailes!” y tomé a mi hermano de la mano hacia la habitación de estar, pero mi hermano me dijo en tono de queja: “déjame anda, ya sabes que yo no bailo”… con lo que ya había provocado la situación que quería… dije para disimular “peor para ti, que a las mujeres se nos conquista con un baile” y,
tomando a Nacho de la mano dije “Nacho sí va a bailar conmigo” y le arrastré a la habitación de al lado.
Ufffff no conocía a mí misma. Siempre he sido muy tranquila, pero ahora estaba hirviendo por dentro y no me podía creer haberme portado tan decidida. Pero ya lo había conseguido y nadie sospechaba nada. Bueno, alguien sí, Nacho estaba rojo como un tomate y creí notar por el bulto en sus pantalones, que la situación le estaba poniendo. A mí también, aunque el vino también influía. Cogí un CD de música lenta, puse la luz bajita, casi en oscuridad, y dejé la puerta medio cerrada como si no tuviésemos nada que ocultar y fuera un baile inocente. De todas formas, nadie había reparado en nosotros.
Puse el CD en el equipo de música exagerando mi postura para que apreciase bien mi trasero. Aunque creo que el día del autobús se llevó ya una buena sensación del mismo jeje. Entonces le dije guiñando un ojo “ven, acércate a mí, que esto ya sabes hacerlo y lo haces muy bien”, y me tomó entre sus brazos comenzando a moverse al compás de la música lenta de Frank Sinatra. Me pegué a él con todo mi cuerpo y pude confirmar que estaba tan excitado como yo. Joder, vaya herramienta tenía. Parecía el doble que la de mi novio y encima estaba siempre dispuesta. Y yo, la chica seria y formal de 21 años, restregando mi cuerpo como una gata en celo con el amigo de mi hermano pequeño de 16 años… uffff cada vez que lo recuerdo… me pongo caliente. Encima esperando a que me viniese a buscar mi novio y en casa con toda la familia.
Estaba mojada, desatada, excitada… tomé su nuca y le aproximé su cabeza a mi cuello, ofreciéndole abiertamente mi punto débil para que me besase allí. El hecho de poder ser sorprendidos por alguien de mi familia incrementaba la sensación de “momento prohibido”. Así estábamos, los dos supersalidos pero sin hacer abiertamente ninguna otra cosa que restregarnos disimulando que bailábamos. Pasé mi mano por su cuerpo sobre la ropa y no parecía tan joven. Cuando llegué a su polla la acaricie sobre la ropa y confirmé su tamaño y su estado… al poco tiempo me quiso retirar la mano y no le dejé. Entonces pasó un “pequeño accidente”… esa polla maravillosa empezó a convulsionarse y se corrió completamente, poniendo una carita mezcla de vergüenza y placer… dijo con un hilo de voz “perdona…”. Por suerte no había manchado mi vestido rojo de fiesta.
Justo en ese momento se oyó a mi hermano “¡Nacho, vamos! Que nos tenemos que ir a la fiesta…” y yo contesté por él poniéndole una sonrisa pícara “¡Ya va! En cuanto acabe la canción”. Su carita aún era de timidez, de haber estropeado un momento precioso… entonces no sé qué cable se me cruzó, pero subí mi vestido impúdicamente y, despojándome de las braguitas negras empapadas, se las entregué susurrando “toma guapo, que no las vea nadie”. Tenía los ojos como platos, especialmente cuando en el gesto vio mi conejito hinchado y abierto como una flor. Había decidido depilarme completamente dos días antes… ¿lo habría hecho por él sin saberlo yo misma? Uffff no lo sé. Ya no sabía nada. Dándole un beso en la mejilla salí de la habitación a ayudar un poco a mi madre. Creo que el gesto de entregarle mis bragas húmedas lo hice para que sintiese que no ha fallado en nada, que yo también estaba excitadísima con él, pero este gesto luego tendrá su importancia.
Vino a buscarme mi novio, con el que tuve que disimular que me alegraba de su presencia en esa noche. Saludó a mi familia y nos fuimos a casa de nuestros amigos. Yo no me podía quitar de la cabeza lo que había vuelto a hacer esa noche con Nacho y estuve toda la noche distraída y bebiendo algo más de lo que yo suelo. Alguna vez me entraba una risa floja, pero la mayor parte del tiempo estaba absorta pensando en la polla del amigo de mi hermano. Creo que toda la noche tuve las nuevas bragas que me había puesto húmedas. Sobre las 7 de la mañana nos fuimos y mi novio me dejó en el portal, no sin antes hacer varios intentos de llevarme a algún sitio apartado. Intentos que yo rechacé a pesar de estar excitadísima y algo borracha.
Cuando llegué a casa me llevé una sorpresa agradable que no esperaba: Mi hermano y nacho ya estaban de vuelta. Nacho estaba en el WC lavándose los dientes y lo primero que quiso es disculparse por el episodio del baile. No le dejé. Entonces me dijo que mi hermano había bebido demasiado y, después de devolver, se había quedado dormido… por eso habían llegado tan pronto. Otra vez sin conocerme a mí misma, dije “¿y tú le has ayudado? Ummmmm alguien de la familia te lo tiene que agradecer…” y con la mirada más pícara que pude me arrodille ante él y susurré imperativamente “¡tú sigue lavándote los dientes!”.
se pueden imaginar lo que hice? (claro yo se que si). Me comportaba como una auténtica puta. Saqué su pene del pijama, y puse mis labios sobre la punta. Ya estaba completamente empalmado de nuevo. Poco a poco la fui introduciendo en mi boca, jugando con mi lengua y mirándole como una gata caliente y dejando que él, también algo borracho y en su primer gesto de controlar la situación, me apretase la cabeza contra su polla y me dijese… “muy bien… putita”. Uffffff eso me puso mucho más cachonda… no sé porque pero llevé una de mis manos a mi sexo y me puse a acariciarlo sobre las braguitas. Ahí estaba yo, la chica seria y con novio, algo borracha y con la polla de este “casi niño” en mi boca y comiéndosela con fruición. De mí, que se lo hago a mi novio en contadas ocasiones porque me da algo de asco, había salido una auténtica guarra ansiosa, hasta el punto de que no protesté cuando y me sujetó la cabeza y se corrió obligándome a tragarlo y diciéndome “eres mi puta” resoplando. Nunca en mi vida lo había tragado, pero en ese momento me pareció lo más natural… era su puta.
Oimos una puerta en algún lugar de la casa y nos asustamos. Rápidamente nos recompusimos y me fui corriendo a mi habitación, metiéndome en la cama jadeando y temblando. Ya había corrido demasiados riesgos y no iba a salir de nuevo. En la intimidad de mi cama me masturbé en silencio… como siempre, pero esta vez con sensaciones más intensas que nunca. Me desmaquille, me cambié una vez más de bragas, me puse el pijama y me dormí sorprendentemente relajada. No estaba mal para un comienzo de año!
Me levanté casi a la hora de comer. Como todos los días de año nuevo en casa, el panorama era desolador. Caras de resaca en los hijos por la juerga del día anterior. Mi madre tratando insuflar algo de ánimo festivo, a la vez que preparaba la comida hecha principalmente de “sobrantes” de la cena del día anterior y con pocas ayudas. Mi padre con la cara hasta los pies, enfadado por el estado en que volvieron sus hijos el día anterior. Supongo que en todas las casas es similar.
Yo tenía un sentimiento entremezclado de vergüenza, arrepentimiento, y también de excitación. Tenía un cierto “miedo” a enfrentarme cara a cara en la mesa del comedor con Nacho, pero a la vez tenía una cierta ansiedad por ver a mi “Romeo”. Qué cara tendría, cómo sería su mirada, qué actitud tendría hacia mí…
Tanto mi hermano menor como él bajaron al salón ya con la mesa puesta. El contraste era perfectamente apreciable. Mientras mi hermano estaba pálido y decaído, vestido con un chandal, Nacho apareció duchado y con el pelo ligeramente húmedo, peinado pero revuelto. Estaba guapísimo, olía a gel y tenía una sonrisa abierta mientras nos saludaba a todos. Cuando llegó a mí noté sus ojos brillar, pero no dijo nada que no fuese formal.
La comida transcurrió sin pena ni gloria en cuanto a los comentarios de la familia o las bromas que solemos hacer. Con todo y, debido al estado en el que había empezado el año, mi mente daba vueltas sin parar. Le miraba aparentando indiferencia, pero no paraba de imaginarme la sensación q me daría tenerle sobre mí... me imaginaba el momento de la penetración como un acto q se desarrolla en lentos segundos. Lentos segundos en los que su polla durísima de chico joven va entrando en mi cuerpo abriéndose camino y proporcionando un universo de sensaciones. Me sentía húmeda sólo de pensarlo. Ufff sabía que tenía que tirármelo mientras duerma en nuestra casa, o que siempre me iba a arrepentir de no haberlo hecho.
Sólo le quedaba una noche más en nuestra casa y, antes de terminar la comida, ya tenía elaborado mi plan. Esta noche, cuando todos durmiesen, me colaría en la habitación de invitados y me metería en su cama. Pasé la tarde nerviosa y abstraída. Hasta mi novio me lo notó. Había salido al cine con él. Lo cierto es que había momentos en los que estaba decidida y segura de mí misma, pero otros momentos me entraban las dudas. En esos momentos me prometía a mí misma que, después de tirármelo, le olvidaría y seguiría con mi vida.
Entonces me entraba el miedo de que me gustase demasiado. Dios mío, entonces el planteamiento actual de mi vida no tendría sentido.
Esa noche me puse mi pijama favorito. Negro, de tela muy fina y con algunos encajes y bordados en las bocamangas y el escote. Me puse unas braguitas sencillas aunque dudaba de ir sin ellas a mi “incursión” nocturna. Me hice una coleta alta y me puse a leer, esperando que poco a poco fuesen apagándose las luces de la casa. No tardaría mucho porque todos estaban cansados de la fiesta del día anterior. En el momento en que notase todas las luces apagadas, cronometraría una hora y saldría a mi misión: “tirarme al amigo de mi hermano de 16 años”. Nacho no sabía nada. Nadie lo sabía. Sólo mi mente y mi cuerpo, que estaba temblando y excitado.
Llegó el momento. Me quité las braguitas que ya estaban húmedas otra vez, ya que nunca me habría imaginado hacer esto, y me puse el pantalón del pijama sin ellas. Salí en dirección al aseo, pero lo pasé de largo y sigilosamente abrí la puerta de la habitación de invitados. No estaba oscuro del todo, ya que entraba algo de luz del exterior. Nacho no había bajado la persiana y la calle estaba iluminada. Se le oía respirar profundamente, estaba dormido. Me quité los pantalones y los doblé cuidadosamente. Ahora sí que temblaba ostensiblemente, pero estaba decidida. Sólo con la parte de arriba del pijama, me sentía una mujer fatal. Una puta. Aparté las sábanas con cierto sigilo y fui entrando a la cama muy pegada a Nacho, sintiéndolo en mi cuerpo.
Nacho se despertó sobresaltado pero rápidamente puse mi mano en su boca “sssshhhhh no digas nada” susurré. Entonces me vio e intuí una sonrisa en la penumbra de la habitación. Aunque yo quería que estuviese quieto, se volvió hacia mí abrazándome acurrucándose con su boca en mi cuello. Era más fuerte que yo. Pero le ordené en un susurro “¡quédate boca arriba!” y me obedeció. Uffff eso me ponía aún más, que hiciese lo que yo decía. Me tumbé sobre él y comencé a recorrer su cuerpo con mis labios, mientras mi propio cuerpo se restregaba en su musculatura. No le dejaba cambiar su posición… joder era impresionante ver cómo reaccionaba tan rápidamente y sentir crecer así su polla una vez más.
Estaba flipando. Se notaba. Supongo que debía ser un sueño para él verme a mí, la chica bien… la hermana mayor de su compañero de andanzas, siempre seria y amable, ahora restregándome sobre él como una auténtica puta, lamiendo y besando todos los rincones de su cuerpo. Yo también hacía esfuerzos por no gemir, no quería que nos oyesen. En realidad estaba a la vez muerta de morbo y de miedo por haberme atrevido a tanto. A tanto y en casa de mis padres.
Tampoco podía prolongar eternamente el episodio, así que me situé a horcajadas sobre él y a tientas coloqué la cabeza de su polla sobre mi sexo empapadísimo. Para no dejar ninguna de mis sueños sin hacer me masturbé sobre mi clítoris con esa herramienta durísima, y luego la coloqué en mi gruta y me clavé un poquito en él. Quería hacerlo despacio, sintiéndolo, así que poco a poco fui dejando caer el peso de mi cuerpo. Subiendo y bajando. Cada vez un poco más. Subiendo y bajando… y notándolo. Hasta que llegó al fondo de mi ser y me sentí llena… nunca me había sentido tan llena como esta vez.
Le tome sus manos y se las abrí, poniendo las mías sobre ellas mientras subía y bajaba tratando de que la cama no sonase. Ummmm entonces guié sus manos hacia dentro de mi camisón, dejándolas abiertas sobre mis pechos, que botaban suavemente mientras yo le cabalgaba despacio y profundo. Me sentía en el cielo. Creo que también me excitaba el riesgo, no lo niego. Mojé mis dedos y los llevé a mi sexo, quería correrme antes que él… puse mi otra mano sobre su pecho y así apoyada me incliné ligeramente hacia adelante. Sus manos sujetaban mis pechos, desde mis pezones salía una ola de placer que llegaba a mi abdomen… ninguno de los dos decía nada. No era necesario. Ya no podía más y no quise prolongarlo, me dejé ir… con el ritmo lento que había puesto, frotando los puntos exactos de mi cuerpo y completamente empalada me corrí intensamente. Muy intensamente… y muy largo. Joder, joder…
Nacho tampoco tardó mucho, las contracciones de mi vagina le afectaron de tal manera que sujetando ahora fuertemente mis tetas con sus grandes manos se vació en mí. Ummmm. Me quedé tumbada sobre él, clavada, unos minutos sintiendo como su sangre iba retornando al cuerpo y le susurré “Nacho, promete que esto será nuestro secreto”… pero ya estaba dormido… Un poco acojonada por lo que había hecho recogí mis cosas y sigilosamente volví a mi cama. De todas formas, si alguna vez le da a Nacho por contarlo, nadie le creería. esta tampoco fue la única vez.
Hola, me llamo Nayeli. Antes de nada voy a describirme. Tengo 21 años, y mido 170 y peso 60 kg. Soy morena, mi piel es muy suave y tirando a blanca. Tengo curvitas porque soy más bien corpulenta sin llegar a estar gorda, digamos que maciza, y un poco más alta que la media. No es por presumir, pero me dicen que tengo un culo bonito, y sé que es verdad porque noto que los hombres se dan la vuelta para mirarme. Y mi pecho más bien grande y firme, tengo un novio de 37 años, esta grande pero me gusta. Soy la segunda de 3 hermanos, una chicas y dos chicos. El más mayor tiene 24 y el más joven 16. Siempre nos burlamos de él diciendo que ha sido un accidente de mis padres, pero casi es al que más queremos y a quien le consentimos casi todo.
Pero vamos a la historia. Todo empezó el día que tuve que dejar el coche en el taller por una avería. Me dijeron que tardarían 4 días en arreglarlo, así que me armé de valentía para trasladarme a mi escuela en el autobús urbano.
Era el mes de septiembre y finalizaba el verano. Pese a ello, hacía un tremendo calor, y yo llevaba un vestido hasta las rodillas y una chaquetita de punto. Zapatos de tacón. Serían las 7 de la tarde. Ya acababa de salir de la escuela y el calor aún era intenso. El autobús tardó en llegar mucho más de lo habitual, lo que no me incomodó demasiado pues estaba absolutamente enganchada a un libro y aproveché a leer. No siempre tengo tiempo para ello. En la parada se estaba acumulando mucha gente.
Cuando llegó el autobús y subí, a pesar de que el calor exterior era muy fuerte, tuve que ponerme la chaqueta ya que en el autobús el aire acondicionado era muy fuerte y no quería resfriarme. Tampoco quería que se me notasen los pezones, ya que son muy sensibles y enseguida se endurecen con el frío. Pese a todo, tenía la sensación de que algo se notaban. Me anoté mentalmente ponerme un sujetador con relleno al día siguiente.
No pude encontrar sitio para sentarme, y me quedé en la zona de viajeros de pie, apoyada contra la pared lateral y la ventana, y me dispuse a leer mi libro. Así estaba, concentrada, cuando en una de las paradas se subió Nacho, uno de los amigos de mi hermano menor. No me di cuenta de ello hasta que él llegó a mi lado y me saludó tímidamente “Hola Nayeli”. Me dio cierta rabia porque era el típico conocido con el que no se tienen muchos temas de conversación y mi libro estaba en una fase bastante interesante.
Pese a ello, cortésmente entablé conversación con él, preguntándole por sus exámenes. Estaban preparando la selectividad. Cada vez entraba más gente en el autobús, y cada vez estábamos más juntos. Aunque no existía contacto físico entre nosotros, la sensación de tenerle tan cerca invadiendo mi espacio vital, me tenía algo inquieta. Aún más porque Nacho es algo más alto que yo, y tenía la sensación de que desde su posición tenía una vista inmejorable de mi escote. Siempre he tenido complejo de tener el pecho grande, pero especialmente ese día que llevaba un vestido con escote en pico algo pronunciado y un ligero sujetador de verano.
Me sentía azorada porque debido al efecto del aire acondicionado o de los nervios de la situación en sí misma me habían provocado excitación en los pezones, que no quería mirarlos, pero estaba segura que se marcaban claramente sobre la tela.
Una vez más, el autobús llegó a una parada con muchas personas esperando y, aunque algunos se bajaron, subió mucha más gente… que presionaba por tener espacio. Un grupo de jóvenes que estaba en la entrada empujó a todos los demás bruscamente para poder entrar. Eso sí que lo vi venir, y me giré para no establecer contacto de frente con el amigo de mi hermano, que quedó pegado al lateral de mi cuerpo frente a mi hombro. Ahora sí que estaría viendo el comienzo de mis tetas y los encajes del sujetador ligero de verano que llevaba… pero no podía hacer nada.
Un empujón más y quedó completamente pegado a mí, hasta el punto que sentía su bulto presionando a mi cadera. Lo notaba casi perfectamente tal cuál era. A Nacho se le había quedado una sonrisa idiota, como si esto fuera una experiencia agradable o curiosa “hijoles, cómo se está poniendo esto” dijo bajito en mi oído, produciéndome un escalofrío.
Por suerte el autobús pudo cerrar las puertas y emprender la marcha, lo cual me alivió algo hasta que me di cuenta de que el movimiento que se estaba produciendo era aún peor. El traqueteo propio de la marcha del autobús provocaba que sintiese su cuerpo rozándose contra mí en pequeños vaivenes. Estoy segura de que no lo hacía a propósito pero el hecho es que sentía como su miembro iba creciendo y poniéndose más y más duro contra mí. Y yo, notándolo me sentía cada vez más descolocada. Estaba notando el cosquilleo entre mis piernas, que precede a la humedad. Exteriormente trataba de aparentar calma. Incluso disgusto. Pero la realidad es que presionaba mis muslos muy juntos entre sí, para incrementar el ligero cosquilleo que notaba en mi sexo. Me estaba poniendo muy pero muy caliente.
Ahora ya no hablábamos de nada. Casi tenía los ojos cerrados dejando pasar el tiempo y tratando curiosamente de averiguar cuanto mediría la polla de aquél chico. Estaba inmensa y dura muy dura. Me distraje un poco en esos pensamientos, hasta que un movimiento brusco del autobús me hizo reaccionar y sorprendiéndome a mí misma ya que estaba aprovechando el movimiento del autobús para rozar lateralmente uno de mis pechos contra él. Él estaba también azorado, no sabía donde mirar y se le notaba que, como yo, lo estaba pasando mal y bien a la vez. Era una experiencia nueva.
Me dio hasta un poco de pena la carita de apuro de Nacho. No era culpa suya, pero su miembro estaba verticalmente apoyado presionando mi cadera sobre la tela. Hasta tenía dudas de si había humedad en él. Decidí quitar un poco de hierro al asunto y hacer un comentario gracioso “vaya Nacho, no debías haberte metido ese vaso de tubo en el bolsillo del pantalón”.
Me miró y sonrió tan adorablemente, casi pícaramente que algo me hizo continuar con el roce de mi teta contra él. Tratando de disimular, aunque seguro que la expresión de mi rostro me delataba, continué rozándome aprovechando el traqueteo. Me giré levemente para que mi pezón notase también algo de ese roce con su cuerpo. Siempre he tenido los pezones muy sensibles, aunque el bestia de mi novio nunca los ha sabido tratar y casi no le dejo tocarlos.
Una de las personas que estaban detrás de nosotros rompió la magia del momento, anunciando que quería bajar en la próxima parada. Ello me obligó, con cierto disgusto que no quise traslucir, a darme la vuelta contra el cristal sin poder ver ya a mi “romeo”, pues quedaba de espaldas a él. Cuando tras la parada se recolocaron los viajeros empujándonos otra vez, noté con sorpresa cómo él quedaba con su pecho comprimido contra mi espalda, y su polla perfectamente encajada en mi culo sobre el vestido.
Ahora sí que el momento me produjo un escalofrío largo. Ya no era un pequeño cosquilleo, ahora con el traqueteo me estaba poniendo cachondísima y estaba segura de que mis braguitas se estaban empapando. Pensaba “mierda, con este crío me estoy poniendo mucho más cachonda que los últimos 2 años con mi novio”. Tenía cierta preocupación sobre qué pensaría él de mí en este momento, pero me dio por fantasear que quizá él pensase que era una chica caliente y puta… y eso me puso aún más caliente. Me movía ligeramente sobre él, y pensaba en que si fuera capaz de colocar mi bolso entre mi cuerpo y la pared a la altura de mi abdomen y mi sexo, sólo unos roces serían suficientes para correrme como una perra. No me atreví a llegar a tanto, pero me quedé con un deseo no satisfecho.
No sé el tiempo que estuvimos así. Seguro que duró sólo unos pocos minutos hasta que llegamos a la parada de mi casa, pero la experiencia me dejó bastante descolocada. Me fui caminando a casa notando la humedad entre mis piernas y planteándome cómo había pasado para encontrarme en esta.
Los dos días siguientes aún fui en autobús. Aunque no quería reconocerlo, me sentía nerviosa como una adolescente ante la posibilidad de volvérmelo a encontrar con Nacho en una situación así. Luego me devolvieron mi coche y ya no tuve ocasión de verle más. Con todo, a veces me venía a la mente la escena en algunos de mis desahogos solitarios, o haciendo el amor con mi novio cerraba los ojos y pensaba en ese momento.
Poco a poco se me fue olvidando. Mejor dicho, no lo olvidaba, pero se me hacía casi imposible imaginarme de nuevo en una situación como la del autobús. Empecé a pensar que fue algo que no pasa nunca ni volvería a pasar. En dos o tres ocasiones vi a Nacho por casa acompañando a mi hermano y no me atreví a decir nada, quedando todo en algún cruce de miradas.
Pero llegó la Navidad, y mi hermano nos anunció que Nacho pasaría el fin de año con nosotros, ya que es hijo único y sus padres habían decidido pasarlo esta fiesta en un crucero, por primera vez a solas. Aunque externamente no mostré ninguna emoción, por dentro me dio un pequeño vuelco al corazón. El chico objeto de mis fantasías sexuales en los últimos meses durmiendo en nuestra casa. Ummmm rápidamente me puse a pensar en la ropa que llevaría esos días, o en como me iba a vestir o peinar. Estaba nerviosa, tengo que reconocerlo.
Esos nervios me hicieron que, durante la cena de nochevieja, bebiese más vino blanco de lo normal en mí. Nacho, al principio se mostró tímido cuando yo le miraba, pero luego también tomó vino y se soltó con algunos comentarios bastante graciosos. Entonces ya me miraba directamente, provocándome una sensación curiosa y agradable, como si fuese algo deseado y prohibido. Recuerdo que la cena fue divertida, con todos mis hermanos y Nacho. Hicimos algunas bromas a Nacho y a mi hermano, que estaban perfectamente vestidos con traje y corbata ya que iban a una fiesta de etiqueta. De todas formas, yo me pedí el primer baile, antes de que salieran y me tuvieron que decir que sí. El vino me había dado una idea y la tenía entre ceja y ceja.
Vimos las campanadas por televisión, y todos nos besamos deseándonos feliz año y brindando. Ya en mi beso a Nacho acerqué mi cuerpo a él para que sintiese mi pecho. Me había puesto un vestido rojo pasión bastante atrevido de escote, y unas medias negras hasta la mitad del muslo. Ropa interior negra (ya llevaba rojo el vestido). Luego empezaron las llamadas de teléfono de felicitación. Mi novio me mandó un mensaje al celular diciendo que vendría a buscarme a la 1 y media. Íbamos a ir a casa de unos amigos a celebrar la noche.
Todos se empezaron a preparar para salir. Mi madre a recoger las cosas de la mesa. Mi padre a ver la tele y no nos dejó poner música allí. Entonces yo, que soy persistente, dije con mi mejor sonrisa para que todos me oyesen “¡Yo no me quedo sin mis bailes!” y tomé a mi hermano de la mano hacia la habitación de estar, pero mi hermano me dijo en tono de queja: “déjame anda, ya sabes que yo no bailo”… con lo que ya había provocado la situación que quería… dije para disimular “peor para ti, que a las mujeres se nos conquista con un baile” y,
tomando a Nacho de la mano dije “Nacho sí va a bailar conmigo” y le arrastré a la habitación de al lado.
Ufffff no conocía a mí misma. Siempre he sido muy tranquila, pero ahora estaba hirviendo por dentro y no me podía creer haberme portado tan decidida. Pero ya lo había conseguido y nadie sospechaba nada. Bueno, alguien sí, Nacho estaba rojo como un tomate y creí notar por el bulto en sus pantalones, que la situación le estaba poniendo. A mí también, aunque el vino también influía. Cogí un CD de música lenta, puse la luz bajita, casi en oscuridad, y dejé la puerta medio cerrada como si no tuviésemos nada que ocultar y fuera un baile inocente. De todas formas, nadie había reparado en nosotros.
Puse el CD en el equipo de música exagerando mi postura para que apreciase bien mi trasero. Aunque creo que el día del autobús se llevó ya una buena sensación del mismo jeje. Entonces le dije guiñando un ojo “ven, acércate a mí, que esto ya sabes hacerlo y lo haces muy bien”, y me tomó entre sus brazos comenzando a moverse al compás de la música lenta de Frank Sinatra. Me pegué a él con todo mi cuerpo y pude confirmar que estaba tan excitado como yo. Joder, vaya herramienta tenía. Parecía el doble que la de mi novio y encima estaba siempre dispuesta. Y yo, la chica seria y formal de 21 años, restregando mi cuerpo como una gata en celo con el amigo de mi hermano pequeño de 16 años… uffff cada vez que lo recuerdo… me pongo caliente. Encima esperando a que me viniese a buscar mi novio y en casa con toda la familia.
Estaba mojada, desatada, excitada… tomé su nuca y le aproximé su cabeza a mi cuello, ofreciéndole abiertamente mi punto débil para que me besase allí. El hecho de poder ser sorprendidos por alguien de mi familia incrementaba la sensación de “momento prohibido”. Así estábamos, los dos supersalidos pero sin hacer abiertamente ninguna otra cosa que restregarnos disimulando que bailábamos. Pasé mi mano por su cuerpo sobre la ropa y no parecía tan joven. Cuando llegué a su polla la acaricie sobre la ropa y confirmé su tamaño y su estado… al poco tiempo me quiso retirar la mano y no le dejé. Entonces pasó un “pequeño accidente”… esa polla maravillosa empezó a convulsionarse y se corrió completamente, poniendo una carita mezcla de vergüenza y placer… dijo con un hilo de voz “perdona…”. Por suerte no había manchado mi vestido rojo de fiesta.
Justo en ese momento se oyó a mi hermano “¡Nacho, vamos! Que nos tenemos que ir a la fiesta…” y yo contesté por él poniéndole una sonrisa pícara “¡Ya va! En cuanto acabe la canción”. Su carita aún era de timidez, de haber estropeado un momento precioso… entonces no sé qué cable se me cruzó, pero subí mi vestido impúdicamente y, despojándome de las braguitas negras empapadas, se las entregué susurrando “toma guapo, que no las vea nadie”. Tenía los ojos como platos, especialmente cuando en el gesto vio mi conejito hinchado y abierto como una flor. Había decidido depilarme completamente dos días antes… ¿lo habría hecho por él sin saberlo yo misma? Uffff no lo sé. Ya no sabía nada. Dándole un beso en la mejilla salí de la habitación a ayudar un poco a mi madre. Creo que el gesto de entregarle mis bragas húmedas lo hice para que sintiese que no ha fallado en nada, que yo también estaba excitadísima con él, pero este gesto luego tendrá su importancia.
Vino a buscarme mi novio, con el que tuve que disimular que me alegraba de su presencia en esa noche. Saludó a mi familia y nos fuimos a casa de nuestros amigos. Yo no me podía quitar de la cabeza lo que había vuelto a hacer esa noche con Nacho y estuve toda la noche distraída y bebiendo algo más de lo que yo suelo. Alguna vez me entraba una risa floja, pero la mayor parte del tiempo estaba absorta pensando en la polla del amigo de mi hermano. Creo que toda la noche tuve las nuevas bragas que me había puesto húmedas. Sobre las 7 de la mañana nos fuimos y mi novio me dejó en el portal, no sin antes hacer varios intentos de llevarme a algún sitio apartado. Intentos que yo rechacé a pesar de estar excitadísima y algo borracha.
Cuando llegué a casa me llevé una sorpresa agradable que no esperaba: Mi hermano y nacho ya estaban de vuelta. Nacho estaba en el WC lavándose los dientes y lo primero que quiso es disculparse por el episodio del baile. No le dejé. Entonces me dijo que mi hermano había bebido demasiado y, después de devolver, se había quedado dormido… por eso habían llegado tan pronto. Otra vez sin conocerme a mí misma, dije “¿y tú le has ayudado? Ummmmm alguien de la familia te lo tiene que agradecer…” y con la mirada más pícara que pude me arrodille ante él y susurré imperativamente “¡tú sigue lavándote los dientes!”.
se pueden imaginar lo que hice? (claro yo se que si). Me comportaba como una auténtica puta. Saqué su pene del pijama, y puse mis labios sobre la punta. Ya estaba completamente empalmado de nuevo. Poco a poco la fui introduciendo en mi boca, jugando con mi lengua y mirándole como una gata caliente y dejando que él, también algo borracho y en su primer gesto de controlar la situación, me apretase la cabeza contra su polla y me dijese… “muy bien… putita”. Uffffff eso me puso mucho más cachonda… no sé porque pero llevé una de mis manos a mi sexo y me puse a acariciarlo sobre las braguitas. Ahí estaba yo, la chica seria y con novio, algo borracha y con la polla de este “casi niño” en mi boca y comiéndosela con fruición. De mí, que se lo hago a mi novio en contadas ocasiones porque me da algo de asco, había salido una auténtica guarra ansiosa, hasta el punto de que no protesté cuando y me sujetó la cabeza y se corrió obligándome a tragarlo y diciéndome “eres mi puta” resoplando. Nunca en mi vida lo había tragado, pero en ese momento me pareció lo más natural… era su puta.
Oimos una puerta en algún lugar de la casa y nos asustamos. Rápidamente nos recompusimos y me fui corriendo a mi habitación, metiéndome en la cama jadeando y temblando. Ya había corrido demasiados riesgos y no iba a salir de nuevo. En la intimidad de mi cama me masturbé en silencio… como siempre, pero esta vez con sensaciones más intensas que nunca. Me desmaquille, me cambié una vez más de bragas, me puse el pijama y me dormí sorprendentemente relajada. No estaba mal para un comienzo de año!
Me levanté casi a la hora de comer. Como todos los días de año nuevo en casa, el panorama era desolador. Caras de resaca en los hijos por la juerga del día anterior. Mi madre tratando insuflar algo de ánimo festivo, a la vez que preparaba la comida hecha principalmente de “sobrantes” de la cena del día anterior y con pocas ayudas. Mi padre con la cara hasta los pies, enfadado por el estado en que volvieron sus hijos el día anterior. Supongo que en todas las casas es similar.
Yo tenía un sentimiento entremezclado de vergüenza, arrepentimiento, y también de excitación. Tenía un cierto “miedo” a enfrentarme cara a cara en la mesa del comedor con Nacho, pero a la vez tenía una cierta ansiedad por ver a mi “Romeo”. Qué cara tendría, cómo sería su mirada, qué actitud tendría hacia mí…
Tanto mi hermano menor como él bajaron al salón ya con la mesa puesta. El contraste era perfectamente apreciable. Mientras mi hermano estaba pálido y decaído, vestido con un chandal, Nacho apareció duchado y con el pelo ligeramente húmedo, peinado pero revuelto. Estaba guapísimo, olía a gel y tenía una sonrisa abierta mientras nos saludaba a todos. Cuando llegó a mí noté sus ojos brillar, pero no dijo nada que no fuese formal.
La comida transcurrió sin pena ni gloria en cuanto a los comentarios de la familia o las bromas que solemos hacer. Con todo y, debido al estado en el que había empezado el año, mi mente daba vueltas sin parar. Le miraba aparentando indiferencia, pero no paraba de imaginarme la sensación q me daría tenerle sobre mí... me imaginaba el momento de la penetración como un acto q se desarrolla en lentos segundos. Lentos segundos en los que su polla durísima de chico joven va entrando en mi cuerpo abriéndose camino y proporcionando un universo de sensaciones. Me sentía húmeda sólo de pensarlo. Ufff sabía que tenía que tirármelo mientras duerma en nuestra casa, o que siempre me iba a arrepentir de no haberlo hecho.
Sólo le quedaba una noche más en nuestra casa y, antes de terminar la comida, ya tenía elaborado mi plan. Esta noche, cuando todos durmiesen, me colaría en la habitación de invitados y me metería en su cama. Pasé la tarde nerviosa y abstraída. Hasta mi novio me lo notó. Había salido al cine con él. Lo cierto es que había momentos en los que estaba decidida y segura de mí misma, pero otros momentos me entraban las dudas. En esos momentos me prometía a mí misma que, después de tirármelo, le olvidaría y seguiría con mi vida.
Entonces me entraba el miedo de que me gustase demasiado. Dios mío, entonces el planteamiento actual de mi vida no tendría sentido.
Esa noche me puse mi pijama favorito. Negro, de tela muy fina y con algunos encajes y bordados en las bocamangas y el escote. Me puse unas braguitas sencillas aunque dudaba de ir sin ellas a mi “incursión” nocturna. Me hice una coleta alta y me puse a leer, esperando que poco a poco fuesen apagándose las luces de la casa. No tardaría mucho porque todos estaban cansados de la fiesta del día anterior. En el momento en que notase todas las luces apagadas, cronometraría una hora y saldría a mi misión: “tirarme al amigo de mi hermano de 16 años”. Nacho no sabía nada. Nadie lo sabía. Sólo mi mente y mi cuerpo, que estaba temblando y excitado.
Llegó el momento. Me quité las braguitas que ya estaban húmedas otra vez, ya que nunca me habría imaginado hacer esto, y me puse el pantalón del pijama sin ellas. Salí en dirección al aseo, pero lo pasé de largo y sigilosamente abrí la puerta de la habitación de invitados. No estaba oscuro del todo, ya que entraba algo de luz del exterior. Nacho no había bajado la persiana y la calle estaba iluminada. Se le oía respirar profundamente, estaba dormido. Me quité los pantalones y los doblé cuidadosamente. Ahora sí que temblaba ostensiblemente, pero estaba decidida. Sólo con la parte de arriba del pijama, me sentía una mujer fatal. Una puta. Aparté las sábanas con cierto sigilo y fui entrando a la cama muy pegada a Nacho, sintiéndolo en mi cuerpo.
Nacho se despertó sobresaltado pero rápidamente puse mi mano en su boca “sssshhhhh no digas nada” susurré. Entonces me vio e intuí una sonrisa en la penumbra de la habitación. Aunque yo quería que estuviese quieto, se volvió hacia mí abrazándome acurrucándose con su boca en mi cuello. Era más fuerte que yo. Pero le ordené en un susurro “¡quédate boca arriba!” y me obedeció. Uffff eso me ponía aún más, que hiciese lo que yo decía. Me tumbé sobre él y comencé a recorrer su cuerpo con mis labios, mientras mi propio cuerpo se restregaba en su musculatura. No le dejaba cambiar su posición… joder era impresionante ver cómo reaccionaba tan rápidamente y sentir crecer así su polla una vez más.
Estaba flipando. Se notaba. Supongo que debía ser un sueño para él verme a mí, la chica bien… la hermana mayor de su compañero de andanzas, siempre seria y amable, ahora restregándome sobre él como una auténtica puta, lamiendo y besando todos los rincones de su cuerpo. Yo también hacía esfuerzos por no gemir, no quería que nos oyesen. En realidad estaba a la vez muerta de morbo y de miedo por haberme atrevido a tanto. A tanto y en casa de mis padres.
Tampoco podía prolongar eternamente el episodio, así que me situé a horcajadas sobre él y a tientas coloqué la cabeza de su polla sobre mi sexo empapadísimo. Para no dejar ninguna de mis sueños sin hacer me masturbé sobre mi clítoris con esa herramienta durísima, y luego la coloqué en mi gruta y me clavé un poquito en él. Quería hacerlo despacio, sintiéndolo, así que poco a poco fui dejando caer el peso de mi cuerpo. Subiendo y bajando. Cada vez un poco más. Subiendo y bajando… y notándolo. Hasta que llegó al fondo de mi ser y me sentí llena… nunca me había sentido tan llena como esta vez.
Le tome sus manos y se las abrí, poniendo las mías sobre ellas mientras subía y bajaba tratando de que la cama no sonase. Ummmm entonces guié sus manos hacia dentro de mi camisón, dejándolas abiertas sobre mis pechos, que botaban suavemente mientras yo le cabalgaba despacio y profundo. Me sentía en el cielo. Creo que también me excitaba el riesgo, no lo niego. Mojé mis dedos y los llevé a mi sexo, quería correrme antes que él… puse mi otra mano sobre su pecho y así apoyada me incliné ligeramente hacia adelante. Sus manos sujetaban mis pechos, desde mis pezones salía una ola de placer que llegaba a mi abdomen… ninguno de los dos decía nada. No era necesario. Ya no podía más y no quise prolongarlo, me dejé ir… con el ritmo lento que había puesto, frotando los puntos exactos de mi cuerpo y completamente empalada me corrí intensamente. Muy intensamente… y muy largo. Joder, joder…
Nacho tampoco tardó mucho, las contracciones de mi vagina le afectaron de tal manera que sujetando ahora fuertemente mis tetas con sus grandes manos se vació en mí. Ummmm. Me quedé tumbada sobre él, clavada, unos minutos sintiendo como su sangre iba retornando al cuerpo y le susurré “Nacho, promete que esto será nuestro secreto”… pero ya estaba dormido… Un poco acojonada por lo que había hecho recogí mis cosas y sigilosamente volví a mi cama. De todas formas, si alguna vez le da a Nacho por contarlo, nadie le creería. esta tampoco fue la única vez.
viernes, 3 de septiembre de 2010
con el vagabundo
Para acortar ese domingo, decidí ir al centro de aquella pequeña ciudad de guanajuato a ver que encontraba por ahi. fue en estas vacaciones, me vine a visitar a unas amigas, pero no estaban en ese momento que sucedio todo y me sentía sola, melancólica y deprimida. O mejor dicho, caliente y cachonda. En la zona donde vivian mis amigas, solo vivían matrimonios de jubilados a cada cual mas anciano, por lo que coger con alguien se hacía imposible, bueno no tanto.
No quería pensar en el sexo, pues eso me ponía peor. Me daban ganas de volver a mi baja california, pero tenia que esperarme hasta que terminaran mis vacaciones de la normal.
Y esos domingos largos, en los que aquel barrio suburbano se hacía mas silencioso, y el sol me mortificaba al caminar por esas calles solitarias donde todos paseaban en auto, yo me moría de tristeza.
Me vesti muy provocativa, tenia unos tacones negros, una minifalda negra que me llegaba a la mitad de los muslos, una tanga negra y una blusa oscura me dirigí a la parada del autobús, y cuando estaba llegando , vi a un hombre mal vestido, de largos cabellos enrulados y ropa bastante sucia, cuando pase cerca de el no dejaba de mirarme, y eso me molesto muchisimo, estaba sentado en la banca de la calle de enfrente, Aprovechaba la sombra de un árbol pero el calor del sol, era insoportable.
El autobús tardaba y nuestras miradas se encontraron varias veces en ese tiempo. El me miraba sin ningún disimulo y al principio tuve como miedo me mostraba nerviosa... Luego comencé a mirarle yo, y a descubrir no sin cierta preocupación que ese vagabundo me gustaba, me calentaba, no obstante su desaliño, la suciedad de sus ropas, y la notoria avidez de su mirada.
Me gustaba el color de su piel, sus espaldas anchas, sus piernas musculosas y largas, y ese bulto que ninguna distancia podría ocultar. Comencé a mirarlo con deseo, mi yo inconciente quería que ese tipo de la calle vagabundo y desaliñado me hiciera una cogida espectacular, y mi cuerpo entero se dilataba con solo pensarlo .
Quería esa pene que escondía entre sus ropas, pero que yo imaginaba enorme y cachonda. Quería esos huevos hirviendo de leche fresca . Quería ese hombre para mi, para coger todo el día y sacarme esas ganas locas de hombre que tenía de tanto tiempo.
En el momento en que el tipo comenzaba a cruzar la calle para hablar conmigo, vino el autobús, por lo que le hice señas como diciendo que me esperara que volvía. No sabía si me había entendido, y subí al autobús muy exitada y con ganas de volver a ver a aquel vagabundo.
Durante el viaje reflexioné sobre lo que había hecho y no me sentí orgullosa de mi. Había coqueteado con un hombre de la calle, con un vagabundo. Quizás un loco, un drogadicto perdido, un criminal, un violador, o un ladrón. Mi tremenda calentura y mi soledad me llevaban a situaciones como esas. Calmate nayeli, me dije.
ya un poco mas tarde Tomé el omnibus hacia la casade mis amigas, y en el camino me dio miedo que el tipo aquel me estuviera esperando. Yo misma le había dicho que me esperara, y comencé a sentir terror de que el vagabundo todavía estuviese allí sentado en la banca bajo un árbol frondoso.
Tenía terror y calentura. Un fuerte deseo de seguir de largo para no encontrarme con ese hombre sin casa, y por otro lado, ganas de sexo, ganas de estar con un hombre, deseos locos de tener un pene enorme perforandome. Yo queria pene mucho pene.
Al llegar a mi destino me bajé, no sin cierta prevención. Miré para ambos lados de la calle y hacia el árbol donde el vagabundo estaba sentado cuando me fui. No lo vi. Me tranquilicé, pensando que el tipo se había ido de la zona, que finalmente hubiese tomado el autobús y abandonado el lugar.
Comencé a caminar y ya era de noche. La calle estaba desierta. La brisa era sofocante, y comencé a transpirar, maldiciendo el calor. Cuando crucé la primera calle, lo vi venir en sentido contrario a mi. Venía caminando con una mochila gastada al hombro, y ya me había visto. Caminaba rápido y a grandes pasos y me le atrevi a hablarle "Que te pasa, porque tan solo" le dije muy provocativa. Al verme me dijo asi: "asi que siempre si volviste puta, quieres que te penetre".
" Claro me encantaría que me penetraras, pero no te gustaria mejor que fueramos al departamento de mis amigas, es mas comodo y podemos estar solos".el vagabundo acepto Al entrar a mi departamento, yo le dije a ese hombre que se pusiera comodo y vaya
que se puso comodo, porque sin decir nada se empezo a desnudar en frente de mi,y lo que me impacto fue que tenia una polla muy grande, era mas bien descomunal, no se le comparaba con nadie y me quede pensando que tal vez no me la iba a pasar tan mal, Me desnudó arrancándome la ropa, y nuestros cuerpos desnudos se veían apenas en la penumbra, agitado y erecto. Buscó mi boca una y otra vez y yo desviaba mis labios para evitar sus besos y terminó chupando mis pezones ,mi pecho mi cuello mis orejas, y comencé a gritar del deseo, de la humillación y del terror, y el me tapó la boca, y a los empujones me tiró sobre la cama de mi cuarto y caí boca abajo y el se tiró sobre mi y senti su cuerpo rudo , su cuerpo hierviente y transpirado , y mi culo se hizo líquido y comenzó a dilatarse mientras , él me comía a besos la espalda, los brazos, los codos, las caderas , el culo las piernas. yo ya estaba completamente desnuda, el me ordeno ponerme boca arriba, porque me iba a penetrar la vagina y levantando su gran polla, empieza a penetrarme como nunca mi hermosa vagina.En verdad estaba gozando, esto era genial, me daba salvajemente, me dolia, y gemia de dolor pero tambien gemia de placer, porque en verdad lo que me estaba haciendo ese viejo asqueroso me gustaba. Después me agarro de los cabellos, y me ordena que le chupara su gran polla, la verdad no queria hacerlo, porque holia tan mal y estaba sucia, pero me dijo que si no lo hacia me golpearia, asi que termine por chuparsela y
me dijo que tenia que estar completamente limpia, le chupe por mas de una hora su polla y sus testículos hasta que quedaron completamente limpios, y después de meter su polla en mi boca de nuevo termino corriendose dentro y tuve que tragarme todo su semen.Luego me ordeno estar a cuatro patas, porque me iba a penetrar por el culo, y asi fue me dio con todo en mi bello culo que es mi mayor orgullo, y sus grandes tironazos eran muy fuertes y muy salvajes, en verdad se veia que este viejo queria conmigo desde hace mucho. Después se canso y se quedo acostado arriba de mi, y cuando pense que ya habia terminado, trate de levantarme, pero este hombre desperto y me agarro de nuevo por el cabello y me vovio a poner boca abajo y luego viene la
vaina me volvio a dar por el culo, después la vagina y por ultimo por mi boca, aunque me dio mas por el culo, hasta que termine casi desmayandome, Luego se incorporó y fue al baño , mientras en mi vagina su leche todavia seguía quemando mis entrañas. Abrió la ducha y se bañó por un largo rato. Y cuando volvió parecía otro, fresco , limpio, mas jóven aún, pero no pude pensar mucho porque ahora , el me llevó a la ducha y me bañó a mi y luego, cuando terminó de secarme con mucho cuidado , me llevó a la cama nuevamente, joven , bello, una escultura de la calle inmensamente atractiva, el hombre soñado tantas noches, y ahí si, tras un beso húmedo increíble y tierno, comenzamos a hacer el amor.
No quería pensar en el sexo, pues eso me ponía peor. Me daban ganas de volver a mi baja california, pero tenia que esperarme hasta que terminaran mis vacaciones de la normal.
Y esos domingos largos, en los que aquel barrio suburbano se hacía mas silencioso, y el sol me mortificaba al caminar por esas calles solitarias donde todos paseaban en auto, yo me moría de tristeza.
Me vesti muy provocativa, tenia unos tacones negros, una minifalda negra que me llegaba a la mitad de los muslos, una tanga negra y una blusa oscura me dirigí a la parada del autobús, y cuando estaba llegando , vi a un hombre mal vestido, de largos cabellos enrulados y ropa bastante sucia, cuando pase cerca de el no dejaba de mirarme, y eso me molesto muchisimo, estaba sentado en la banca de la calle de enfrente, Aprovechaba la sombra de un árbol pero el calor del sol, era insoportable.
El autobús tardaba y nuestras miradas se encontraron varias veces en ese tiempo. El me miraba sin ningún disimulo y al principio tuve como miedo me mostraba nerviosa... Luego comencé a mirarle yo, y a descubrir no sin cierta preocupación que ese vagabundo me gustaba, me calentaba, no obstante su desaliño, la suciedad de sus ropas, y la notoria avidez de su mirada.
Me gustaba el color de su piel, sus espaldas anchas, sus piernas musculosas y largas, y ese bulto que ninguna distancia podría ocultar. Comencé a mirarlo con deseo, mi yo inconciente quería que ese tipo de la calle vagabundo y desaliñado me hiciera una cogida espectacular, y mi cuerpo entero se dilataba con solo pensarlo .
Quería esa pene que escondía entre sus ropas, pero que yo imaginaba enorme y cachonda. Quería esos huevos hirviendo de leche fresca . Quería ese hombre para mi, para coger todo el día y sacarme esas ganas locas de hombre que tenía de tanto tiempo.
En el momento en que el tipo comenzaba a cruzar la calle para hablar conmigo, vino el autobús, por lo que le hice señas como diciendo que me esperara que volvía. No sabía si me había entendido, y subí al autobús muy exitada y con ganas de volver a ver a aquel vagabundo.
Durante el viaje reflexioné sobre lo que había hecho y no me sentí orgullosa de mi. Había coqueteado con un hombre de la calle, con un vagabundo. Quizás un loco, un drogadicto perdido, un criminal, un violador, o un ladrón. Mi tremenda calentura y mi soledad me llevaban a situaciones como esas. Calmate nayeli, me dije.
ya un poco mas tarde Tomé el omnibus hacia la casade mis amigas, y en el camino me dio miedo que el tipo aquel me estuviera esperando. Yo misma le había dicho que me esperara, y comencé a sentir terror de que el vagabundo todavía estuviese allí sentado en la banca bajo un árbol frondoso.
Tenía terror y calentura. Un fuerte deseo de seguir de largo para no encontrarme con ese hombre sin casa, y por otro lado, ganas de sexo, ganas de estar con un hombre, deseos locos de tener un pene enorme perforandome. Yo queria pene mucho pene.
Al llegar a mi destino me bajé, no sin cierta prevención. Miré para ambos lados de la calle y hacia el árbol donde el vagabundo estaba sentado cuando me fui. No lo vi. Me tranquilicé, pensando que el tipo se había ido de la zona, que finalmente hubiese tomado el autobús y abandonado el lugar.
Comencé a caminar y ya era de noche. La calle estaba desierta. La brisa era sofocante, y comencé a transpirar, maldiciendo el calor. Cuando crucé la primera calle, lo vi venir en sentido contrario a mi. Venía caminando con una mochila gastada al hombro, y ya me había visto. Caminaba rápido y a grandes pasos y me le atrevi a hablarle "Que te pasa, porque tan solo" le dije muy provocativa. Al verme me dijo asi: "asi que siempre si volviste puta, quieres que te penetre".
" Claro me encantaría que me penetraras, pero no te gustaria mejor que fueramos al departamento de mis amigas, es mas comodo y podemos estar solos".el vagabundo acepto Al entrar a mi departamento, yo le dije a ese hombre que se pusiera comodo y vaya
que se puso comodo, porque sin decir nada se empezo a desnudar en frente de mi,y lo que me impacto fue que tenia una polla muy grande, era mas bien descomunal, no se le comparaba con nadie y me quede pensando que tal vez no me la iba a pasar tan mal, Me desnudó arrancándome la ropa, y nuestros cuerpos desnudos se veían apenas en la penumbra, agitado y erecto. Buscó mi boca una y otra vez y yo desviaba mis labios para evitar sus besos y terminó chupando mis pezones ,mi pecho mi cuello mis orejas, y comencé a gritar del deseo, de la humillación y del terror, y el me tapó la boca, y a los empujones me tiró sobre la cama de mi cuarto y caí boca abajo y el se tiró sobre mi y senti su cuerpo rudo , su cuerpo hierviente y transpirado , y mi culo se hizo líquido y comenzó a dilatarse mientras , él me comía a besos la espalda, los brazos, los codos, las caderas , el culo las piernas. yo ya estaba completamente desnuda, el me ordeno ponerme boca arriba, porque me iba a penetrar la vagina y levantando su gran polla, empieza a penetrarme como nunca mi hermosa vagina.En verdad estaba gozando, esto era genial, me daba salvajemente, me dolia, y gemia de dolor pero tambien gemia de placer, porque en verdad lo que me estaba haciendo ese viejo asqueroso me gustaba. Después me agarro de los cabellos, y me ordena que le chupara su gran polla, la verdad no queria hacerlo, porque holia tan mal y estaba sucia, pero me dijo que si no lo hacia me golpearia, asi que termine por chuparsela y
me dijo que tenia que estar completamente limpia, le chupe por mas de una hora su polla y sus testículos hasta que quedaron completamente limpios, y después de meter su polla en mi boca de nuevo termino corriendose dentro y tuve que tragarme todo su semen.Luego me ordeno estar a cuatro patas, porque me iba a penetrar por el culo, y asi fue me dio con todo en mi bello culo que es mi mayor orgullo, y sus grandes tironazos eran muy fuertes y muy salvajes, en verdad se veia que este viejo queria conmigo desde hace mucho. Después se canso y se quedo acostado arriba de mi, y cuando pense que ya habia terminado, trate de levantarme, pero este hombre desperto y me agarro de nuevo por el cabello y me vovio a poner boca abajo y luego viene la
vaina me volvio a dar por el culo, después la vagina y por ultimo por mi boca, aunque me dio mas por el culo, hasta que termine casi desmayandome, Luego se incorporó y fue al baño , mientras en mi vagina su leche todavia seguía quemando mis entrañas. Abrió la ducha y se bañó por un largo rato. Y cuando volvió parecía otro, fresco , limpio, mas jóven aún, pero no pude pensar mucho porque ahora , el me llevó a la ducha y me bañó a mi y luego, cuando terminó de secarme con mucho cuidado , me llevó a la cama nuevamente, joven , bello, una escultura de la calle inmensamente atractiva, el hombre soñado tantas noches, y ahí si, tras un beso húmedo increíble y tierno, comenzamos a hacer el amor.
lunes, 22 de febrero de 2010
yo y mi abuelo
La historia ocurrió hace un par de dias...mi abuelo se llama Alejandro y tiene 80 años, y esta enfermo desde hace muchos años... yo siempre lo he conocido enfermo... por lo que tanto mi madre como mi abuela se han encargado siempre de cuidarlo, darle de comer, asearlo, acostarlo,... mi abuela murió hace ahora 10 años, por lo tanto ha sido mi madre la encargada de hacer todas las tareas anteriormente expuestas... pero un día mis padres decidieron irse de "luna de miel" por los 25 años de casados, asi que para que mi madre descansara mi padre se la llevó a un balneario... y para no meter una persona extraña y como yo siempre he sido bastante responsable yo me comprometí a cuidar de mi abuelo ese fin de semana... que habia de malo en darle de comer, acompañarlo al aseo para bañarlo y acostarlo por la noche?...eso pense yo asi que no vi problema en hacerlo yo...
Mis padres marcharon el viernes por la tarde... y aquel día antes de cenar tuve que acompañar a la ducha a mi abuelo... lo desnudé sin mayores problemas y lo senté en la bañera ayudandolo a meterse muy despacito... era un hombre delgado y no costaba demasiado esfuerzo ayudarle... no me fijé en ningun aspecto de su cuerpo porque al fin y al cabo era mi abuelo... comenzé a rociarlo con el agua, para ser sincera jamás habia presenciado como mi abuela, cuando vivia, o mi madre se encargaban de lavar a mi abuelo, por lo tanto no sabia como hacerlo asi que lo hice como pude...le dije que si se tenia que incorporar para lavarse a lo que asintió con la cabeza porque casi no hablaba... lo incorporé con extremado cuidado y me dispuse a enjabornarle...aunque en la posicion que yo estaba encontraba muchisima incomodidad, asi que decidí meterme tambien en la ducha... me quité la camiseta, el sujetador y me quedé solo con mis bragitas que si se mojaban las pondria con la ropa sucia y no pasaba nada... me puse detrás de el para enjabonarle la espalda, los gluteos, el ano y la parte posterior de los muslos... le dije que separara las piernas para enjabonar sus ingles... ya se me habia pasado por la cabeza que tenia que pasar la esponja por el pene para lavarlo y no sabia como podia reaccionar...apenas pudo abrir las piernas asi que solo pude enjabonar de una manera extraña hasta las rodillas y metiendo mi mano con la esponja entre sus muslos apenas pude llegar con la esponja asi que lo hice con la mano.. llequé a sus testículos y toqué su pene que permanecia flacido... aunque tenía una longitud prominente en reposo... pero no pense nada extraño... era mi abuelo...asi que terminé de enjabonarle por detras el pecho, ahora otra vez ya con la esponja diluyendo de mi cabeza ya la parte anterior... continué como si nada...asi que llegaba la hora de aclararle, para lo cual vistas las dificultades anteriores me situé por delante...mis manos recorrian su pecho quitando el jabon junto con el agua, y fui bajando por su vientre hasta llegar a su pene que habia cambiado ligeramente el tamaño...seguia flácido pero queria ponerse en ereccion...avergonzada al ir a tocarlo miré a mi abuelo que tenía la vista perdida en mi pecho...se estaba excitando al mirarme?...
yo no sabia si eso era normal asi que continué echando agua y pasando mi mano por sus testículos para aclarar bien... y continue bajando con la vista en el suelo... tuve que agacharme para aclarar sus muslos a lo que el movió sus pies hacia delante...alcé la vista y vi su pene cerca de mi cara... había vuelto a cambiar de tamaño y habia incluso engordado muchísmo, aunque no estaba erecto del todo...aquella escena me incomodó asi que decidí salir de la ducha y sentarlo para lavarle la cabeza... como accedió pensé que no habia pasado nada y que aquello fué una reaccion normal...asi que volví a entrar en la ducha para lavarle el pelo y terminar de aclararle la espalda, aunque me habia empapado las bragitas con el agua y decidí quitarmelas... cuando aclaraba su cabeza y me inclinaba a aclarar su espalda mis pechos quedaron casi pegados a su boca, podia sentir su respiracion tranquila en mis pechos que por alguna razon se excitaron...pero no hice nada, era una reaccion normal... sin tiempo para reaccionar note las manos de mi abuelo postrarse en mis muslos y acariciarlos suavemente hacia arriba hasta llegar a mi vagina... una mano se detuvo en mi culo acariciando mi ano y con los dedos de la otra recorrió suavemente toda mi vagina que se mojó al insante... no pude reaccionar porque me entró un placer indescriptible...
ni yo misma me habia acariciado asi mmmmhsegui acariciando su espalda sin pensar que era mi abuelo puse mi pie en el pollete de la bañera para abrirme a las caricias mientras seguia notando su respiracion en mi pecho, un poco mas agitada mientras un dedo penetraba en mi vagina muy despacitoahaha yo empezé a gemir de placer y sentí entrar un dedo... como podía haberme mojado tan rapido? Estaba excitadisima... y los dedos aunque lentos entraban uno tras otro en mi hasta lo mas profundo mientras mi ano era acariciado con los dedos de la otra mano...estaba enloqueciendo de placer... la penetracion era pausadisima pero acariciaban los 3 o 4 dedos que sentía todo mi ser de arriba a abajo asi que empezé a moverme yo un poquitin mas rapidooohahaha estaba abandonadisima a tanto placer... cuando sentí como uno de los dedos intento penetrar mi culito no pude mas y reventé en un orgasmo increible... no entendia que habia pasado... era tan extraño... mi abuelo no me dijo nada y yo me incorporé hasta ponerme enfrente de él...
parecia no haber pasado nada para el y la vista la volvió a perder en mis pechos que ni siquiera habia besado pese a que con mis movimientos se refrotaban por su cara... lo incorporé y vi que su pene estaba mucho mas erecto... asi que sin pensarmelo me arrodille y lo cogi con las dos manos, aun me sobraba todo el glande... comence a masturbarlo mirando su cara... un hilillo de baba salia por la comisura de sus labios, y aunque otras veces era asqueroso eso me excito mucho mas porque pensé estaba disfrutando... aceleré el ritmo ahora con una sola mano ya que la otra la lleve de nuevo a mi vagina para masturbarme otra vez... acerque mis labios al pene y lo besé... saqué mi lengua y lo lamí, abriendo mi boca lentamente para recorrer hasta donde pudiera... no puede mucho porque al instante sentí algo viscoso en mi ... aperté mi boca instintivamente y el resto del semen salio a presion bañando mi cuerpo... al tiempo que mi mano acababa de provocarme el segundo orgasmo... estaba excitadisima sin entender porque... limpié el pene de mi abuelo con la lengua y volvi a enchufar el agua para aclarar su semen de mi cuerpo... sin decir una sola palabra ni un gesto lo vesti... no pensé en nada mas y me puse a estudiar...acosté a mi abuelo y me fui yo tambien
El dia siguiente por la mañana vinieron mis padres porque un temporal no les dejaba subir al balneario...ahí si pensé en la ducha de esa noche y en que hubiera pasado si mi abuelo hubiera podido penetrarme... mmmm tengo ganas de experimentarlo...de tumbarlo en la cama y tomar en mi ese inmenso pene al que me tengo que comerme mucho antes para ponerlo en plena ereccion... ya tengo pensado el regalo de dia del amor y la amistad para mis padres...una semana en un balneario de ensenada...a muchos kilometros de aqui...
Mis padres marcharon el viernes por la tarde... y aquel día antes de cenar tuve que acompañar a la ducha a mi abuelo... lo desnudé sin mayores problemas y lo senté en la bañera ayudandolo a meterse muy despacito... era un hombre delgado y no costaba demasiado esfuerzo ayudarle... no me fijé en ningun aspecto de su cuerpo porque al fin y al cabo era mi abuelo... comenzé a rociarlo con el agua, para ser sincera jamás habia presenciado como mi abuela, cuando vivia, o mi madre se encargaban de lavar a mi abuelo, por lo tanto no sabia como hacerlo asi que lo hice como pude...le dije que si se tenia que incorporar para lavarse a lo que asintió con la cabeza porque casi no hablaba... lo incorporé con extremado cuidado y me dispuse a enjabornarle...aunque en la posicion que yo estaba encontraba muchisima incomodidad, asi que decidí meterme tambien en la ducha... me quité la camiseta, el sujetador y me quedé solo con mis bragitas que si se mojaban las pondria con la ropa sucia y no pasaba nada... me puse detrás de el para enjabonarle la espalda, los gluteos, el ano y la parte posterior de los muslos... le dije que separara las piernas para enjabonar sus ingles... ya se me habia pasado por la cabeza que tenia que pasar la esponja por el pene para lavarlo y no sabia como podia reaccionar...apenas pudo abrir las piernas asi que solo pude enjabonar de una manera extraña hasta las rodillas y metiendo mi mano con la esponja entre sus muslos apenas pude llegar con la esponja asi que lo hice con la mano.. llequé a sus testículos y toqué su pene que permanecia flacido... aunque tenía una longitud prominente en reposo... pero no pense nada extraño... era mi abuelo...asi que terminé de enjabonarle por detras el pecho, ahora otra vez ya con la esponja diluyendo de mi cabeza ya la parte anterior... continué como si nada...asi que llegaba la hora de aclararle, para lo cual vistas las dificultades anteriores me situé por delante...mis manos recorrian su pecho quitando el jabon junto con el agua, y fui bajando por su vientre hasta llegar a su pene que habia cambiado ligeramente el tamaño...seguia flácido pero queria ponerse en ereccion...avergonzada al ir a tocarlo miré a mi abuelo que tenía la vista perdida en mi pecho...se estaba excitando al mirarme?...
yo no sabia si eso era normal asi que continué echando agua y pasando mi mano por sus testículos para aclarar bien... y continue bajando con la vista en el suelo... tuve que agacharme para aclarar sus muslos a lo que el movió sus pies hacia delante...alcé la vista y vi su pene cerca de mi cara... había vuelto a cambiar de tamaño y habia incluso engordado muchísmo, aunque no estaba erecto del todo...aquella escena me incomodó asi que decidí salir de la ducha y sentarlo para lavarle la cabeza... como accedió pensé que no habia pasado nada y que aquello fué una reaccion normal...asi que volví a entrar en la ducha para lavarle el pelo y terminar de aclararle la espalda, aunque me habia empapado las bragitas con el agua y decidí quitarmelas... cuando aclaraba su cabeza y me inclinaba a aclarar su espalda mis pechos quedaron casi pegados a su boca, podia sentir su respiracion tranquila en mis pechos que por alguna razon se excitaron...pero no hice nada, era una reaccion normal... sin tiempo para reaccionar note las manos de mi abuelo postrarse en mis muslos y acariciarlos suavemente hacia arriba hasta llegar a mi vagina... una mano se detuvo en mi culo acariciando mi ano y con los dedos de la otra recorrió suavemente toda mi vagina que se mojó al insante... no pude reaccionar porque me entró un placer indescriptible...
ni yo misma me habia acariciado asi mmmmhsegui acariciando su espalda sin pensar que era mi abuelo puse mi pie en el pollete de la bañera para abrirme a las caricias mientras seguia notando su respiracion en mi pecho, un poco mas agitada mientras un dedo penetraba en mi vagina muy despacitoahaha yo empezé a gemir de placer y sentí entrar un dedo... como podía haberme mojado tan rapido? Estaba excitadisima... y los dedos aunque lentos entraban uno tras otro en mi hasta lo mas profundo mientras mi ano era acariciado con los dedos de la otra mano...estaba enloqueciendo de placer... la penetracion era pausadisima pero acariciaban los 3 o 4 dedos que sentía todo mi ser de arriba a abajo asi que empezé a moverme yo un poquitin mas rapidooohahaha estaba abandonadisima a tanto placer... cuando sentí como uno de los dedos intento penetrar mi culito no pude mas y reventé en un orgasmo increible... no entendia que habia pasado... era tan extraño... mi abuelo no me dijo nada y yo me incorporé hasta ponerme enfrente de él...
parecia no haber pasado nada para el y la vista la volvió a perder en mis pechos que ni siquiera habia besado pese a que con mis movimientos se refrotaban por su cara... lo incorporé y vi que su pene estaba mucho mas erecto... asi que sin pensarmelo me arrodille y lo cogi con las dos manos, aun me sobraba todo el glande... comence a masturbarlo mirando su cara... un hilillo de baba salia por la comisura de sus labios, y aunque otras veces era asqueroso eso me excito mucho mas porque pensé estaba disfrutando... aceleré el ritmo ahora con una sola mano ya que la otra la lleve de nuevo a mi vagina para masturbarme otra vez... acerque mis labios al pene y lo besé... saqué mi lengua y lo lamí, abriendo mi boca lentamente para recorrer hasta donde pudiera... no puede mucho porque al instante sentí algo viscoso en mi ... aperté mi boca instintivamente y el resto del semen salio a presion bañando mi cuerpo... al tiempo que mi mano acababa de provocarme el segundo orgasmo... estaba excitadisima sin entender porque... limpié el pene de mi abuelo con la lengua y volvi a enchufar el agua para aclarar su semen de mi cuerpo... sin decir una sola palabra ni un gesto lo vesti... no pensé en nada mas y me puse a estudiar...acosté a mi abuelo y me fui yo tambien
El dia siguiente por la mañana vinieron mis padres porque un temporal no les dejaba subir al balneario...ahí si pensé en la ducha de esa noche y en que hubiera pasado si mi abuelo hubiera podido penetrarme... mmmm tengo ganas de experimentarlo...de tumbarlo en la cama y tomar en mi ese inmenso pene al que me tengo que comerme mucho antes para ponerlo en plena ereccion... ya tengo pensado el regalo de dia del amor y la amistad para mis padres...una semana en un balneario de ensenada...a muchos kilometros de aqui...
viernes, 8 de enero de 2010
mi tio y yo
Lo que contare sucedió en la madrugada del 1 de enero. resulta que el 31 mi papa fue por unos tíos que viven lejos de donde vivimos ellos no tienen auto así que tuvo que ir el por ellos, ellos ya estaban en mi casa, mi tío Fernando hermano de mi mama, su esposa lucia, mi primo julio de unos 23 años y mis dos primas carla y perla de 11 y 12 respectivamente. el tendrá unos 40 años, bueno yo tengo 20 años, estaba feliz porque estaría mi familia en mi casa, el frío no me importo y me puse una mini falda corta de color azul claro, además de una blusa negra y unas zapatillas, me miraba yo muy provocativa pero no me importaba, me gusta llamar la atención de los hombres, yo tengo unas piernas y nalgas muy voluptuosas que resaltaban completamente de la mini, y mis senos igualmente sobresalían, ellos llegaron a mi casa y los salude a todos, estaban tomando tequila, mí primo, mi tío y mi papa, yo me acerque a ellos y también tome poco, ellos querían seguir tomando pero ya se habían acabado el tequila, yo me ofrecí a llevaros al expendio de cerveza, mi papa me dio las llaves y los lleve pues ellos estaban mas borrachos, llegamos al expendio y los 4 nos fuimos a comprar las cervezas a mi me gusto como me miraban a pesar de ser de la familia no les impedía verme con unos ojos que me querían desnudar y hacerme suya, eso me gustaba pues me encanta sentirme deseada, yo hasta me les adelantaba para que disfrutaran mirando mi trasero.ya volvimos a la casa y estaban todos, mi mama me dijo que me acostara que tendría que estar buena y sana para llevar a mis tíos a su casa pues mi papa ya estaba muy tomado, así paso todo rápido hasta las 2 de la mañana cuando se tenían que ir, y me desperté para llevarlos, nos fuimos a su casa los deje, pero mi tío estaba ya muy borracho que no quería bajarse, y mi primo estaba igual pero logro bajarse del auto y se fue a acostarse, yo le dije a mi tía que lo dejara en el auto que me lo llevaría de regreso y así quedo, ya en el camino me baje en el mismo expendio a comprar un refresco, unos hombres estaban ahí y me tiraban piropos, yo les agradecí, ellos creían que ya estaba aceptando quedarme con ellos, pero le dije que venia acompañada, me decían que mi papa ya estaba dormido que no se daría cuenta, yo le dije que no era mi padre, era mi amante, ellos me respondían que no me creían, yo para que miraran, abrí la puerta donde estaba mi tío y le dio un gran beso en la boca, tocándole el pene a la vista de los que me miraban. Ellos se quedaron cayados y yo me subí al auto, pero me quede plasmada, pues tenia un gran pene que me éxito mucho. ya veníamos en el camino cuando me dijo mi tío que quería orinar, yo no quería que se orinara en el auto, así que me baje de la carretera, y lo espere, mientras me seguía imaginando su pene grande, el definitivamente no se dio cuenta pues estaba muy borracho, el me dijo que no podía bajarse el zipper del pantalón, sin pensarlo me baje del auto y le ayude y le saque su pene, pues el estaba muy tomado que no tenia fuerzas, yo lo abrazaba por la espada para detenerlo y le acariciaba el pene para que orinara, pero de todos modos se mojo el pantalón, yo me excitaba al tocarle el pene, era muy grande abrí la puerta de auto donde iba el y haciéndolo accidentalmente le baje al asiento haciéndolo cama y lo tire cayendo yo encima de el, quería calentarlo, pues yo ya estaba muy caliente, el me acaricio las piernas y mi trasero, le acerque un poco mis senos como que si quería agarrar algo del asiento de atrás, el me abrazaba de la cintura, estábamos frente a frente, sentía su respirar en mi cara, pero estaba cerca de la carretera y podía pasar alguien y detenerse, así que mejor volví a agarrar el auto y buscar un mejor lugar, me decidí por llevarlo a mi habitación, sin que se diera cuenta mi mama, y nos fuimos a mi casa, lo bueno fue que ya estaban todos dormidos, y me lo lleve a mi habitación, lo abrase para llevármelo, el entre risas me subía la mini falda, acariciándome el trasero, yo lo dejaba quería calentarlo mas, lo acosté en mi cama mientras le bajaba el pantalón, diciéndole que lo tenia muy mojado, el dejo y volví a subirme arriba de el, yo ya tenia la mini arriba así que sintió mis muslos en su entrepierna, después al ver que quería estar conmigo, me levante y me desnudaba lentamente dejando que mi tío disfrutara como me desnudaba ante el, me baje la mini falda y mi camisa me la desabotone, me acote a su lado con solo mi calzón ya sin brassier, noté como los dedos de mi tío se metieron por mi calzón y acariciaron con suavidad mis pezones. Di un grito, llevaba bastante tiempo sin follar, fue talvez por eso que decidí llevar a mi tío a mi cama -Así me gusta, muy bien. Siguió manoseando mis senos con su mano derecha, yo gemía de la excitación, lo hacía muy bien, primero acariciaba los bordes de los pezones y luego tiraba un poco de la punta, notaba que me estaba empezando a mojar...Mi tía y yo tenemos la misma complexión física y somos relativamente parecidas, además estábamos a oscuras, aun así, ¿qué iba a hacer si mi tío estaba borracho talvez no recordaría nada, De pronto noté como su mano izquierda, que hasta entonces no había utilizado, acariciaba mi culo. Mientras sus dedos recorrían mis nalgas, a veces internándose hasta mis ingles. Yo estaba loca de excitación, me dejaba llevar y sabía que si continuaba así no iba a tardar en correrme, en ese momento pasaba por mi cabeza que fuera mi tío, y me excitaba mucho mas. Sin dudarlo agarré la mano que sobaba mi culo y la metí en mi entrepierna. Tenia el coñito depilado, y aparte de depilado estaba empapado de mis flujos mientras mi tío acariciaba mi clítoris y metía sus dedos dentro de mí. estaba apunto de gemir y decir que me metiera más dedos en mi empapado coñito, lo sentía llegar, estaba a punto, una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo y me corrí, fue un orgasmo brutal, uno de los mejores de mi vida, propiciado por el morbo de ser masturbada por mi propio tío borracho y los meses sin sexo. No se como pude aguantar sin gritar, aunque gemí un poco, Entendí que ahora había llegado el turno de devolverle a mi padre lo que me había dado, me desnudé completamente y le arranqué el calzón a mi tío, fui directamente a mi objetivo, su polla, ¿cómo sería? la agarré desde la base y la fui recorriendo con los dedos, de tamaño era normal, algo más ancha que la media pero lo que me llamó la atención fue cuando toqué sus testículos, eran realmente enromes, no se si porque llevaban mucha leche acumulada de tanto tiempo sin follar o que, pero prometían una buena eyaculación. Una vez había comprobado el aparato de mi padre, solo tuve que llevar mi lengua hasta su punta y comenzar a lamerlo poco a poco y en círculos. Lo volví loco con la lengua, recorrí toda su polla mojándola con mi saliva, llegué hasta a chupar sus enormes testículos, hasta que me metí su rabo en la boca de una sola vez, mientras con mis dedos acariciaba sus cojones. Seguí con mi mamada, pero mi tío dio muestras enseguida de ir a correrse y prefería hacerle sufrir un poco más, me saqué su rabo de la boca y me puse a cuatro patas, indicándole el camino, yo estaba sudando y con el corazón a tope, solo deseaba sentir de nuevo una polla dentro de mí taladrándome, y que fuera mi tío solo le daba más morbo a la situación. -Ahora verás zorra igual que tu madre, Se puso de rodillas en la cama, me agarró del culo y de un golpe me la metió hasta el fondo, empezó a follarme muy rápido y muy duro, se veía que llevaba tiempo sin echar un polvo porque estaba como loco, el me gritaba, me insultaba entre sus gritos me decia que era igual de zorra que mi madre, fue cuando supe que ya había estado con mi mama, los dos hermanos y ahora yo era parte de el, yo solo gemía, me gustaba todo ese morbo, notaba sus enormes cojones chocando contra la entrada de mi coño, mis flujos bajaban por mis piernas hasta llegar a las sábanas, me corrí dos veces durante todo el polvo. -Estoy a punto perra, creo que no voy a poder aguantar más, no me importo que se corriera dentro de mi, yo tomo pastillas, Noté su polla hincharse dentro de mí, sí, estaba a punto, el líquido pre-seminal empezó a salir...Mi tío dio un rugido y explotó. Y digo explotó porque la cantidad de semen que expulsó fue increíble, inundó por completo mi coño desde el útero hasta la salida, de hecho buena parte de su corrida acabó derramándose por mis piernas y por la cama. -Dios Nayeli, hacía tanto tiempo que no fallaba así. Lo hicimos todavía un par de veces más, la segunda en la posición del misionero y la última yo encima con su rabo encajado hasta lo más profundo de mi coño. Él me llamaba de todo, puta, zorra, salida, lo que sólo aumentaba mi excitación. En todas ellas mi tío se corrió dentro de mí, la última vez mi coño estaba tan lleno de su semen que casi no entró más. Mi tío, agotado, se quedó dormido. Yo había perdido la cuenta de las veces que me había corrido, estaba sudando y llena de flujos y semen. Salí de la cama y fui hacia el baño, por el camino notaba la corrida de mi tío deslizándose por mis largas piernas, estuve un buen rato intentando expulsar toda su leche de dentro de mi coño, seguía tan caliente que hasta pense en despertar a mi tío y follar de nuevo, al final me acabé masturbando con la alcachofa de la ducha. Tiré de la cadena del retrete lleno de papel higiénico y pensaba vestirme con la misma mini falda corta de color azul claro, y mi blusa negra, estaba agotada por haberme pasado la noche follando, mi tío despertó cuando me vestía tenia yo el calzón puesto, apenas estaba poniéndome el brassier, eran ya como a las 6 de la mañana, yo me espante ya estaba conciente, pero se levanto y me sonrío, le devolví la sonrisa, sabia que aquí iniciaría una gran relación con mi tío, se acerco a mi y me dio un cachondo beso en la boca, y se quedo dormido otro rato mas en la cama, mientras yo salí a la cocina y ahí estaba mi mama, le dije que me lleve a mi tío a mi habitación pues no quiso bajarse en su casa, le comente que me dormí abajo de la cama y me creyó, pero ahora yo quiero que mi mama me empreste a mi padre para sentirlo y amarlo como amo a mi tío. Voy a buscar la manera, por mientras a mi lista ya tengo a mi tío, empecé bien este año
lunes, 7 de septiembre de 2009
Sola en casa con dos amigos
Soy Nayeli, vivo en Ensenada y esto me sucedió cuando tenia 17 años. Mis padres tuvieron que viajar a sinaloa para asistir al funeral de un pariente y me quedé sola en casa desde el viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana.
La verdad es que hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba de la tranquilidad y placer que supone disponer de una casa para ti sola. Lo primero que hice cuando se fueron fue darme una ducha, mejor dicho un baño porque llené la.................... bañera de agua y estuve más de una hora allí, tumbada, escuchando música y fumando cigarros.
Por suerte no tenía que estudiar, ya que el curso había acabado. Al salir del baño me vestí y decidí salir para alquilar alguna película y comprar algo de bebida y chucherías. Antes que nada telefoneé a una de mis mejores amigas (Eva) por si quería hacerme compañía sin embargo nadie cogió el teléfono. Probablemente estaría con su novio así que no insistí mucho y me largué.
Paré en un supermercado y me gasté allí más de 5.000 pelas entre bebidas, snacks, caramelos... yo tenía claro que no me podía faltar de nada porque una vez entrara en mi casa no iba a salir hasta el lunes. Después me dirigí al videoclub.
Había bastantes películas disponibles así que aproveché y alquilé 4. Allí casualmente me encontré con Antonio y José. Ellos son amigos de Luís, el novio de mi amiga Eva, yo no tenía mucha confianza con ellos pero habíamos hablado en alguna ocasión, parecían buenos chavales.
Ambos me saludaron y estuvimos conversando durante unos cinco minutos, al parecer ellos iban a quedarse bebiendo en casa de un chico llamado Alfonso al que yo no conocía y que, según me dijeron, vivía muy cerca de mi casa.
Bueno pues tras estar un rato hablando con ellos me dirigí de nuevo a casa y nada mas llegar me puse cómoda. Hacía mucho calor así que me quedé en bragas y sujetador, preparé la cena y luego me puse un pelotazo y me tumbé a ver una de las pelis.
La verdad es que soy un poco miedosa y resulta que la película en cuestión trataba de un psicópata que mataba a la gente sin motivo, llegó un momento que estaba más tiempo con los ojos cerrados que abiertos, así que pensé en cambiar de película porque además cada vez que me tenía que levantar para ir al servicio o a la cocina iba cagada de miedo.
Para colmo, sonó el teléfono. Vaya susto!
No os podéis hacer una idea del salto que pegué del sofá. Cuando me tranquilicé fui corriendo y lo descolgué.
- ¿Si?, ¿quién es?.
- ¡Hola Sara, soy Antonio! (o sea uno de los chicos con los que me encontré en el videoclub).
- ¡vaya susto me has dado!, estaba viendo una película de miedo y cuando ha sonado esto por poco me da un infarto. ¿Qué tal lo estáis pasando? (he de deciros que realmente me resultaba muy extraño que este chico me llamara porque como os había comentado ellos son amigos del novio de Eva y solo había hablado con ellos en alguna ocasión).
- Oye Sara, resulta que nos hemos quedado sin tabaco y no podemos ir a comprar porque no tenemos ni un duro, y como antes te vimos y nos dijiste que ibas a estar sola pues nos hemos acordado de que podríamos llamarte aunque fuese algo tarde. ¿Podrías darnos unos cuantos cigarrillos o dejarnos dinero y mañana te lo devolvemos?.
Les dije que por supuesto, que había comprado dos paquetes y que sin problema les podía dar uno. Antonio me dijo que de puta madre y me preguntó si subía él a mi casa o si yo bajaba. Preferí decirle que subiera porque me daba bastante pereza tener que vestirme de nuevo y bajar así que quedamos en que el llamaría al portero automático y subiría.
Rápidamente fui a mi habitación y me puse una camiseta y un pantalón de chándal. A los pocos minutos sonó el portero y le abrí. No venía solo sino con José (el otro chico que estaba con él en el videoclub). Les abrí la puerta y les dije que entraran, la verdad es que después del miedo que pasé con la peli me apetecía estar acompañada y les pregunté si querían quedarse un rato tomando unos cubatas conmigo, total tampoco había nada malo en ello, no?.
Se sentaron en uno de los sofás y yo me senté en otro. Eran chicos bastante divertidos y yo no paraba de reírme con las cosas que me contaban. En un momento dado José sacó un trozo de hachís y me pidió permiso para hacerse un porro, le dije que aunque yo no fumaba podría hacérselo si quería. Mientras tanto fui de nuevo a la cocina a por más bebida y serví un pelotazo más para cada uno.
Yo la verdad iba bastante contentilla y cuando llegué de nuevo al salón me animé y le pedí que me pasaran el canuto y le dí unas cuantas caladas. Ellos seguían sin parar de hablar pero miraron el reloj y me comentaron que en breve se tenían que ir porque estaba el otro chaval esperándolos.
Les pedí que se quedaran un rato más porque me lo estaba pasando bastante bien, además comencé a fijarme en Antonio y la verdad el chaval no estaba nada mal.
Sinceramente era una situación bastante rara para mí, o sea estaba en casa con dos tíos a los que apenas conocía y la verdad, os confieso que empezaron a rondarme por la cabeza pensamientos bastante obscenos. Como estaba algo mareadilla había perdido la vergüenza y aprovechaba los momentos de risa para acercarme un poco más a Antonio y hubo un momento incluso que posé mi mano en su pierna izquierda mientras seguía escuchando lo que contaba.
Al cabo de un rato él hizo un movimiento de piernas para cruzarlas y sus partes rozaron mi mano, la verdad es que sentí a la perfección su paquete. En una situación normal me hubiera puesto colorada pero como estaba tan contentilla no me importó e incluso volví a poner mi mano sobre sus piernas, esta vez más cerca de su bulto por si volvía a hacer otro movimiento sentir de nuevo su paquete rozar mi mano.
La verdad es que comencé a ponerme cachonda, cada vez tenía más calor y les dije que me disculparan que iba un momento a mi cuarto para cambiarme de ropa y ponerme algo más fresco. Ellos me pidieron también permiso para quitarse la parte de arriba y yo les dije que era normal, que hacía mucho calor y que podían quitarse la camiseta si querían.
Fui a mi habitación y me quedé unos momentos parada pensando en que me ponía porque tampoco era plan de volver allí medio desnuda. Mirando en mi armario me fijé en un bikini que tenía y, la verdad, tenía muchísimo calor y no había nada malo en que dos chicos me vieran así teniendo en cuenta que en la playa me ven muchos más.
Total que salí al salón con el bikini puesto y ellos ya estaban sin camiseta. Cuando me vieron la verdad es que intentaron disimular pero no paraban de mirarme las tetas y el culo, yo por supuesto también me fijé en ellos y aunque no estaban especialmente buenos tenían su atractivo.
Estaban sentados en un sofá de tres plazas y yo me atreví a sentarme allí con ellos en vez de hacerlo en el otro sofá como antes. Me dejaron sitio entre ambos y me senté a la vez que me encendía un cigarro.
Me daba cuenta de que, por ejemplo, cuando hablaba con uno el otro aprovechaba para fijarse en mis tetas, y en mi cuerpo en general. Empecé a intimar más con Antonio y por unos instantes él me miró de una forma muy rara, como insinuándose.
Pasó un rato y seguíamos igual hasta que, por fin, Antonio se atrevió a besarme. Fue un beso en los labios que duró poco pero me gustó. Progresivamente nos fuimos acercando más e incluso puse mi pierna izquierda sobre la suya y le agarré la mano. A continuación me cogió de la nuca y me volvió a besar pero esta vez no fue un pequeño beso sino un morreo que duró más de un minuto.
La cuestión es que al estar inclinada hacia Antonio, la parte de abajo del bikini se me empezó a meter por la raja del culo. José se dio cuenta de ello y clavó su mirada en mi trasero. Paré de besar a Antonio y me incorporé para con mis manos ponerme el bikini bien. Mientras lo hacía notaba como ellos me miraban.
Al cabo de unos minutos José se levantó y se dirigió al servicio. Antonio aprovechó y empezó a besarme y a meterme mano desenfrenadamente. Yo me relajé y lo dejé que me metiese mano todo lo que quisiera. De repente, y sin sacar su lengua de mi boca, comenzó a tocarme las tetas por encima del bikini. Comencé a excitarme mucho y sin reparo acerqué mi mano a su paquete y comencé a acariciarlo. Estaba excitadísima y me sentía super puta, la primera noche que me quedaba sola en casa había metido a dos tíos allí y estaba enrollándome con uno de ellos y dejando que me tocara las tetas y tocándole yo a él.
Mi sorpresa fué cuando me sacó un pecho y comenzó a tocármelo, justo en el momento en el que José volvía de nuevo y se sentaba. Sin embargo no nos importó y seguimos con lo nuestro. José no decía nada, pero seguro que estaba flipando viéndome a mí con una teta al aire y dejándome sobar por su amigo.
A continuación Antonio me sacó la otra teta y acercó su boca. Comenzó a chupármelas, a la vez que me apartaba la parte de abajo del bikini para un lado y comenzaba a acariciar mi sexo.
Luego me dio por mirar a la derecha y me veo a José haciéndose una paja... eso ya me puso como una locomotora y sin pensarlo dos veces le saqué la polla a Antonio y empecé a pajearlo. Era fantástico sentir su polla en mi mano, su caliente y dura polla que por cierto era la más grande que había tocado.
Pasaron unos minutos y Antonio se levantó y se puso sentado encima de mí quedando sus cojones y polla sobre mi vientre. Empezamos a morrearnos y él me sobaba las tetas. Después se echó para delante y agarrándose con las manos al respaldo del sofá me puso la polla en los labios y comencé a chupársela.
De pronto sentí una mano tocándome la pierna derecha... era José que se había puesto tan cachondo que empezó a meterme mano a la vez que se pajeaba viendo como yo se la comía a su amigo.
Me abrí bien de piernas y él se agachó y comenzó a chuparme el coño. A la vez yo no paraba de comérsela a Antonio y a veces me la sacaba de la boca para chuparle también sus huevos y el culo.
He de decir que José era un excelente mamador de coños. Una cosa que también me encantó y que nadie me había hecho antes era que me lamiese el ano. Es alucinante sentir una lengua metida en tu culo mientras con una mano te masajean el clítoris sin parar.
Más tarde Antonio me la sacó de la boca y me dijo que por qué no nos íbamos los tres a una cama para estar más cómodos y follar durante toda la noche. A mí me pareció genial y nos fuimos a la habitación de mis padres. Me tumbaron boca arriba en la cama de matrimonio y empezaron a meterme mano como salidos y me refregaron sus pollas por todo mi cuerpo.
Acto seguido José puso su polla a la altura de mi boca y me dijo que se la mamase. Obedecí y sentí como Antonio ya me la estaba metiendo en el coño.
Empezó a follarme como nunca me lo habían hecho antes, era genial como se movía este chico, yo creo que debía tener bastante experiencia porque lo hacía de manera casi mecánica y a un ritmo súper rápido. José seguía con la polla en mi boca y con sus manos me acariciaba y a la vez no paraba de decirme que estaba muy buena y que nunca se la había chupado nadie tan bien.
Me había corrido dos veces ya y estaba a punto de hacerlo de nuevo. Antonio me la sacó del coño y su lugar fue ocupado por José. Se acercó y me besó en los labios, luego se quedó de pié masturbándose viendo como su amigo me follaba. Al cabo de unos minutos José la sacó y se colocó sobre mis tetas, yo se la cogí con la mano y me puse a pajearlo dándome cuenta de que estaba a punto de correrse.
Aceleré el ritmo con mi mano y dirigí la polla hacia mis tetas para que se corriese encima. Antonio no paraba de mirarnos, él estaba casi a punto también.
Por fin sentí como José se corría en mis pechos, era muy excitante sentir su leche caliente cayendo sobre mis tetas hasta dejarlas empapadas por completo.... realmente fabuloso. Antonio al ver esto no lo pudo resistir, se acercó y comenzó a masturbarse muy rápido sobre mis tetas hasta correrse y soltar todo el esperma, aunque algunos de los chorretones me cayeron en mi cara y yo con la calentura que tenía pasé mi lengua para recoger la leche y probarla, ya que nunca se habían corrido en mi boca.
Estuvimos un buen rato descansando pero los tres teníamos más ganas de marcha y yo sin decirles nada les agarré las pollas y me puse a pajearlos. De vez en cuando acercaba mi boca y se la chupaba a uno y después al otro. Ellos por supuesto no paraban de sobarme y me acariciaban un pecho cada uno.
Después me pusieron a cuatro patas y Antonio se puso debajo mía y comenzó a follarme, a la vez que me lamía las tetas. Antonio se colocó detrás y comenzó a comerme el culo. Os tengo que decir que es sumamente excitante que te coman el culo y te follen a la vez, o por lo menos a mí me encanta.
Antonio sacó la lengua de mi ano y puso la polla en el mismo lugar, y poco a poco empezó a intentar metérmela por ahí. La verdad es que me dolía mucho pero estaba tan cachonda que pude soportarlo ya que era mayor el placer que sentía que el dolor, no olvidéis que José estaba follándome por el coño y chupándome las tetas. Llegó un momento en el cual tenía prácticamente todo el rabo de Antonio metido por el culo... y a la vez tenía la otra en el chocho, o sea que me encontraba haciendo un magnifico sandwich y a veces de tan excitada que estaba creía que incluso me podía desmayar.
Al rato cambiamos de nuevo de postura, yo seguía a cuatro patas pero ahora Antonio me la metía por la boca y José me follaba por el culo. Una cosa que me encantó fué que, mientras me daba por detrás, también se dedicó a darme cachetes en el culo, cada vez con más fuerza, pero a mí me gustaba e incluso me tuve que sacar la polla de Antonio de la boca para poder decirle que me pegase más fuerte.
Cuando no pudo más me la sacó del culo y se corrió sobre mi espalda y mi culo, recuerdo como sentía la leche resbalar por mi cuerpo.
Antonio me avisó de que iba a eyacular y no me la saqué de la boca porque quería saborear toda su leche e incluso tragármela. Él cerró los ojos y se corrió, parte del semen me lo tragué y parte lo expulsé dejándolo caér sobre mis labios mientras lo miraba fijamente a los ojos.
Luego fuímos al baño y nos duchamos los tres juntos. Me enjabonaron el cuerpo y también me metían mano y no paraban de besarme por todos los sitios. De nuevo tenían la polla durísima, era increíble, yo no lo podía creer.
Cogieron mis tetas y cada uno se metió un pezón en la boca y me tocaban el culo y el coño sin parar.... era fabuloso sentir cuatro manos sobre mi cuerpo y dos lenguas chupándo mis pezones. Les cogí las pollas, empecé a meneárselas y ellos cada vez me metían mano con más ganas. Me agaché y comencé a chuparles las pollas, parecía una auténtica viciosa, había veces que incluso me las ponía las dos en la boca y me las intentaba meter a la vez, aunque enteras no me cabían, lógicamente.
Antonio me dijo que parara y que nos salieramos de la ducha, quería que yo me sentase en la taza del water y que me hiciera una paja a la vez que ellos se la meneaban y se corrían encima mía. A mí me pareció estupendo y lo hice inmediatamente. Me senté, abrí las piernas y me metí dos dedos todo lo que pude, sin dejar de mirarlos a ellos y gimiendo de placer.
Antonio fué el primero que se corrió, la verdad es que no aguantó mucho y me echó todo el semen dentro de la boca... luego me dió un morreo y me encantó sentir la leche en nuestras bocas mientras nos besábamos ya que aún no me la habia tragado del todo.
A José todavía le quedaban fuerzas y antes de correrse me la metió en el coño y me folló durante breves minutos, luego la sacó y eyaculó sobre mi ombligo y mis muslos.
Estabamos agotados y nos fuimos de nuevo a la habitación de mis padres para tumbarnos un rato en la cama. José se quedó dormido. Mientras, Antonio y yo estuvimos conversando y me dijo que yo le gustaba mucho y más o menos se me declaró. A mí él también me gustaba y quedamos para vernos al día siguiente.
Estamos saliendo un tiempo y jamás olvidaremos esa magnífica noche. También deciros que los dos se portaron y no le comentó a nadie nada de lo sucedido. Creo que no quedan muchos chicos así, la verdad.
La verdad es que hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba de la tranquilidad y placer que supone disponer de una casa para ti sola. Lo primero que hice cuando se fueron fue darme una ducha, mejor dicho un baño porque llené la.................... bañera de agua y estuve más de una hora allí, tumbada, escuchando música y fumando cigarros.
Por suerte no tenía que estudiar, ya que el curso había acabado. Al salir del baño me vestí y decidí salir para alquilar alguna película y comprar algo de bebida y chucherías. Antes que nada telefoneé a una de mis mejores amigas (Eva) por si quería hacerme compañía sin embargo nadie cogió el teléfono. Probablemente estaría con su novio así que no insistí mucho y me largué.
Paré en un supermercado y me gasté allí más de 5.000 pelas entre bebidas, snacks, caramelos... yo tenía claro que no me podía faltar de nada porque una vez entrara en mi casa no iba a salir hasta el lunes. Después me dirigí al videoclub.
Había bastantes películas disponibles así que aproveché y alquilé 4. Allí casualmente me encontré con Antonio y José. Ellos son amigos de Luís, el novio de mi amiga Eva, yo no tenía mucha confianza con ellos pero habíamos hablado en alguna ocasión, parecían buenos chavales.
Ambos me saludaron y estuvimos conversando durante unos cinco minutos, al parecer ellos iban a quedarse bebiendo en casa de un chico llamado Alfonso al que yo no conocía y que, según me dijeron, vivía muy cerca de mi casa.
Bueno pues tras estar un rato hablando con ellos me dirigí de nuevo a casa y nada mas llegar me puse cómoda. Hacía mucho calor así que me quedé en bragas y sujetador, preparé la cena y luego me puse un pelotazo y me tumbé a ver una de las pelis.
La verdad es que soy un poco miedosa y resulta que la película en cuestión trataba de un psicópata que mataba a la gente sin motivo, llegó un momento que estaba más tiempo con los ojos cerrados que abiertos, así que pensé en cambiar de película porque además cada vez que me tenía que levantar para ir al servicio o a la cocina iba cagada de miedo.
Para colmo, sonó el teléfono. Vaya susto!
No os podéis hacer una idea del salto que pegué del sofá. Cuando me tranquilicé fui corriendo y lo descolgué.
- ¿Si?, ¿quién es?.
- ¡Hola Sara, soy Antonio! (o sea uno de los chicos con los que me encontré en el videoclub).
- ¡vaya susto me has dado!, estaba viendo una película de miedo y cuando ha sonado esto por poco me da un infarto. ¿Qué tal lo estáis pasando? (he de deciros que realmente me resultaba muy extraño que este chico me llamara porque como os había comentado ellos son amigos del novio de Eva y solo había hablado con ellos en alguna ocasión).
- Oye Sara, resulta que nos hemos quedado sin tabaco y no podemos ir a comprar porque no tenemos ni un duro, y como antes te vimos y nos dijiste que ibas a estar sola pues nos hemos acordado de que podríamos llamarte aunque fuese algo tarde. ¿Podrías darnos unos cuantos cigarrillos o dejarnos dinero y mañana te lo devolvemos?.
Les dije que por supuesto, que había comprado dos paquetes y que sin problema les podía dar uno. Antonio me dijo que de puta madre y me preguntó si subía él a mi casa o si yo bajaba. Preferí decirle que subiera porque me daba bastante pereza tener que vestirme de nuevo y bajar así que quedamos en que el llamaría al portero automático y subiría.
Rápidamente fui a mi habitación y me puse una camiseta y un pantalón de chándal. A los pocos minutos sonó el portero y le abrí. No venía solo sino con José (el otro chico que estaba con él en el videoclub). Les abrí la puerta y les dije que entraran, la verdad es que después del miedo que pasé con la peli me apetecía estar acompañada y les pregunté si querían quedarse un rato tomando unos cubatas conmigo, total tampoco había nada malo en ello, no?.
Se sentaron en uno de los sofás y yo me senté en otro. Eran chicos bastante divertidos y yo no paraba de reírme con las cosas que me contaban. En un momento dado José sacó un trozo de hachís y me pidió permiso para hacerse un porro, le dije que aunque yo no fumaba podría hacérselo si quería. Mientras tanto fui de nuevo a la cocina a por más bebida y serví un pelotazo más para cada uno.
Yo la verdad iba bastante contentilla y cuando llegué de nuevo al salón me animé y le pedí que me pasaran el canuto y le dí unas cuantas caladas. Ellos seguían sin parar de hablar pero miraron el reloj y me comentaron que en breve se tenían que ir porque estaba el otro chaval esperándolos.
Les pedí que se quedaran un rato más porque me lo estaba pasando bastante bien, además comencé a fijarme en Antonio y la verdad el chaval no estaba nada mal.
Sinceramente era una situación bastante rara para mí, o sea estaba en casa con dos tíos a los que apenas conocía y la verdad, os confieso que empezaron a rondarme por la cabeza pensamientos bastante obscenos. Como estaba algo mareadilla había perdido la vergüenza y aprovechaba los momentos de risa para acercarme un poco más a Antonio y hubo un momento incluso que posé mi mano en su pierna izquierda mientras seguía escuchando lo que contaba.
Al cabo de un rato él hizo un movimiento de piernas para cruzarlas y sus partes rozaron mi mano, la verdad es que sentí a la perfección su paquete. En una situación normal me hubiera puesto colorada pero como estaba tan contentilla no me importó e incluso volví a poner mi mano sobre sus piernas, esta vez más cerca de su bulto por si volvía a hacer otro movimiento sentir de nuevo su paquete rozar mi mano.
La verdad es que comencé a ponerme cachonda, cada vez tenía más calor y les dije que me disculparan que iba un momento a mi cuarto para cambiarme de ropa y ponerme algo más fresco. Ellos me pidieron también permiso para quitarse la parte de arriba y yo les dije que era normal, que hacía mucho calor y que podían quitarse la camiseta si querían.
Fui a mi habitación y me quedé unos momentos parada pensando en que me ponía porque tampoco era plan de volver allí medio desnuda. Mirando en mi armario me fijé en un bikini que tenía y, la verdad, tenía muchísimo calor y no había nada malo en que dos chicos me vieran así teniendo en cuenta que en la playa me ven muchos más.
Total que salí al salón con el bikini puesto y ellos ya estaban sin camiseta. Cuando me vieron la verdad es que intentaron disimular pero no paraban de mirarme las tetas y el culo, yo por supuesto también me fijé en ellos y aunque no estaban especialmente buenos tenían su atractivo.
Estaban sentados en un sofá de tres plazas y yo me atreví a sentarme allí con ellos en vez de hacerlo en el otro sofá como antes. Me dejaron sitio entre ambos y me senté a la vez que me encendía un cigarro.
Me daba cuenta de que, por ejemplo, cuando hablaba con uno el otro aprovechaba para fijarse en mis tetas, y en mi cuerpo en general. Empecé a intimar más con Antonio y por unos instantes él me miró de una forma muy rara, como insinuándose.
Pasó un rato y seguíamos igual hasta que, por fin, Antonio se atrevió a besarme. Fue un beso en los labios que duró poco pero me gustó. Progresivamente nos fuimos acercando más e incluso puse mi pierna izquierda sobre la suya y le agarré la mano. A continuación me cogió de la nuca y me volvió a besar pero esta vez no fue un pequeño beso sino un morreo que duró más de un minuto.
La cuestión es que al estar inclinada hacia Antonio, la parte de abajo del bikini se me empezó a meter por la raja del culo. José se dio cuenta de ello y clavó su mirada en mi trasero. Paré de besar a Antonio y me incorporé para con mis manos ponerme el bikini bien. Mientras lo hacía notaba como ellos me miraban.
Al cabo de unos minutos José se levantó y se dirigió al servicio. Antonio aprovechó y empezó a besarme y a meterme mano desenfrenadamente. Yo me relajé y lo dejé que me metiese mano todo lo que quisiera. De repente, y sin sacar su lengua de mi boca, comenzó a tocarme las tetas por encima del bikini. Comencé a excitarme mucho y sin reparo acerqué mi mano a su paquete y comencé a acariciarlo. Estaba excitadísima y me sentía super puta, la primera noche que me quedaba sola en casa había metido a dos tíos allí y estaba enrollándome con uno de ellos y dejando que me tocara las tetas y tocándole yo a él.
Mi sorpresa fué cuando me sacó un pecho y comenzó a tocármelo, justo en el momento en el que José volvía de nuevo y se sentaba. Sin embargo no nos importó y seguimos con lo nuestro. José no decía nada, pero seguro que estaba flipando viéndome a mí con una teta al aire y dejándome sobar por su amigo.
A continuación Antonio me sacó la otra teta y acercó su boca. Comenzó a chupármelas, a la vez que me apartaba la parte de abajo del bikini para un lado y comenzaba a acariciar mi sexo.
Luego me dio por mirar a la derecha y me veo a José haciéndose una paja... eso ya me puso como una locomotora y sin pensarlo dos veces le saqué la polla a Antonio y empecé a pajearlo. Era fantástico sentir su polla en mi mano, su caliente y dura polla que por cierto era la más grande que había tocado.
Pasaron unos minutos y Antonio se levantó y se puso sentado encima de mí quedando sus cojones y polla sobre mi vientre. Empezamos a morrearnos y él me sobaba las tetas. Después se echó para delante y agarrándose con las manos al respaldo del sofá me puso la polla en los labios y comencé a chupársela.
De pronto sentí una mano tocándome la pierna derecha... era José que se había puesto tan cachondo que empezó a meterme mano a la vez que se pajeaba viendo como yo se la comía a su amigo.
Me abrí bien de piernas y él se agachó y comenzó a chuparme el coño. A la vez yo no paraba de comérsela a Antonio y a veces me la sacaba de la boca para chuparle también sus huevos y el culo.
He de decir que José era un excelente mamador de coños. Una cosa que también me encantó y que nadie me había hecho antes era que me lamiese el ano. Es alucinante sentir una lengua metida en tu culo mientras con una mano te masajean el clítoris sin parar.
Más tarde Antonio me la sacó de la boca y me dijo que por qué no nos íbamos los tres a una cama para estar más cómodos y follar durante toda la noche. A mí me pareció genial y nos fuimos a la habitación de mis padres. Me tumbaron boca arriba en la cama de matrimonio y empezaron a meterme mano como salidos y me refregaron sus pollas por todo mi cuerpo.
Acto seguido José puso su polla a la altura de mi boca y me dijo que se la mamase. Obedecí y sentí como Antonio ya me la estaba metiendo en el coño.
Empezó a follarme como nunca me lo habían hecho antes, era genial como se movía este chico, yo creo que debía tener bastante experiencia porque lo hacía de manera casi mecánica y a un ritmo súper rápido. José seguía con la polla en mi boca y con sus manos me acariciaba y a la vez no paraba de decirme que estaba muy buena y que nunca se la había chupado nadie tan bien.
Me había corrido dos veces ya y estaba a punto de hacerlo de nuevo. Antonio me la sacó del coño y su lugar fue ocupado por José. Se acercó y me besó en los labios, luego se quedó de pié masturbándose viendo como su amigo me follaba. Al cabo de unos minutos José la sacó y se colocó sobre mis tetas, yo se la cogí con la mano y me puse a pajearlo dándome cuenta de que estaba a punto de correrse.
Aceleré el ritmo con mi mano y dirigí la polla hacia mis tetas para que se corriese encima. Antonio no paraba de mirarnos, él estaba casi a punto también.
Por fin sentí como José se corría en mis pechos, era muy excitante sentir su leche caliente cayendo sobre mis tetas hasta dejarlas empapadas por completo.... realmente fabuloso. Antonio al ver esto no lo pudo resistir, se acercó y comenzó a masturbarse muy rápido sobre mis tetas hasta correrse y soltar todo el esperma, aunque algunos de los chorretones me cayeron en mi cara y yo con la calentura que tenía pasé mi lengua para recoger la leche y probarla, ya que nunca se habían corrido en mi boca.
Estuvimos un buen rato descansando pero los tres teníamos más ganas de marcha y yo sin decirles nada les agarré las pollas y me puse a pajearlos. De vez en cuando acercaba mi boca y se la chupaba a uno y después al otro. Ellos por supuesto no paraban de sobarme y me acariciaban un pecho cada uno.
Después me pusieron a cuatro patas y Antonio se puso debajo mía y comenzó a follarme, a la vez que me lamía las tetas. Antonio se colocó detrás y comenzó a comerme el culo. Os tengo que decir que es sumamente excitante que te coman el culo y te follen a la vez, o por lo menos a mí me encanta.
Antonio sacó la lengua de mi ano y puso la polla en el mismo lugar, y poco a poco empezó a intentar metérmela por ahí. La verdad es que me dolía mucho pero estaba tan cachonda que pude soportarlo ya que era mayor el placer que sentía que el dolor, no olvidéis que José estaba follándome por el coño y chupándome las tetas. Llegó un momento en el cual tenía prácticamente todo el rabo de Antonio metido por el culo... y a la vez tenía la otra en el chocho, o sea que me encontraba haciendo un magnifico sandwich y a veces de tan excitada que estaba creía que incluso me podía desmayar.
Al rato cambiamos de nuevo de postura, yo seguía a cuatro patas pero ahora Antonio me la metía por la boca y José me follaba por el culo. Una cosa que me encantó fué que, mientras me daba por detrás, también se dedicó a darme cachetes en el culo, cada vez con más fuerza, pero a mí me gustaba e incluso me tuve que sacar la polla de Antonio de la boca para poder decirle que me pegase más fuerte.
Cuando no pudo más me la sacó del culo y se corrió sobre mi espalda y mi culo, recuerdo como sentía la leche resbalar por mi cuerpo.
Antonio me avisó de que iba a eyacular y no me la saqué de la boca porque quería saborear toda su leche e incluso tragármela. Él cerró los ojos y se corrió, parte del semen me lo tragué y parte lo expulsé dejándolo caér sobre mis labios mientras lo miraba fijamente a los ojos.
Luego fuímos al baño y nos duchamos los tres juntos. Me enjabonaron el cuerpo y también me metían mano y no paraban de besarme por todos los sitios. De nuevo tenían la polla durísima, era increíble, yo no lo podía creer.
Cogieron mis tetas y cada uno se metió un pezón en la boca y me tocaban el culo y el coño sin parar.... era fabuloso sentir cuatro manos sobre mi cuerpo y dos lenguas chupándo mis pezones. Les cogí las pollas, empecé a meneárselas y ellos cada vez me metían mano con más ganas. Me agaché y comencé a chuparles las pollas, parecía una auténtica viciosa, había veces que incluso me las ponía las dos en la boca y me las intentaba meter a la vez, aunque enteras no me cabían, lógicamente.
Antonio me dijo que parara y que nos salieramos de la ducha, quería que yo me sentase en la taza del water y que me hiciera una paja a la vez que ellos se la meneaban y se corrían encima mía. A mí me pareció estupendo y lo hice inmediatamente. Me senté, abrí las piernas y me metí dos dedos todo lo que pude, sin dejar de mirarlos a ellos y gimiendo de placer.
Antonio fué el primero que se corrió, la verdad es que no aguantó mucho y me echó todo el semen dentro de la boca... luego me dió un morreo y me encantó sentir la leche en nuestras bocas mientras nos besábamos ya que aún no me la habia tragado del todo.
A José todavía le quedaban fuerzas y antes de correrse me la metió en el coño y me folló durante breves minutos, luego la sacó y eyaculó sobre mi ombligo y mis muslos.
Estabamos agotados y nos fuimos de nuevo a la habitación de mis padres para tumbarnos un rato en la cama. José se quedó dormido. Mientras, Antonio y yo estuvimos conversando y me dijo que yo le gustaba mucho y más o menos se me declaró. A mí él también me gustaba y quedamos para vernos al día siguiente.
Estamos saliendo un tiempo y jamás olvidaremos esa magnífica noche. También deciros que los dos se portaron y no le comentó a nadie nada de lo sucedido. Creo que no quedan muchos chicos así, la verdad.
jueves, 27 de agosto de 2009
MI PRIMERA VEZ
mi nombre es nayeli, les contare como soy: delgada, tez blanca, con una estatura de 1.62 buenas caderas, unos pechos un poco grandes, buenas piernas, esto que voy a relatar sucedio cuando tenia 15 años de edad, y fue mi primera vez, ya habia visto videos pornos pero no habia tenido sexo. fua un dia en ue mi mama me llevo a la fuerza a un hispital de niños con sindrome de down, la verdad yo no queria ir, pero fui, me puse una minifalda, y una blusa muy escotada que resaltaba mis grandes senos y unos pezones erectos, me fui con mi madre, ella fue con el director a dar la acostumbrada donacion a la fundacion, yo me quede en el jardin que tenian, pero me enfade, asi que quise ver que hacia mi madre y me asome a escondidas y vi como el director tenia a mi madre a 4 patas, no me habian visto, pero mire todo, el la penetraba, escuchaba a mi madre pujar, me estaba calentando yo misma, asi que decidi salirme antes que se dieran cuenta, me sali otra vez al patio, hiban unos niño de sindrome de down, yo hiba caminando con las imagenes en mi mente, el pene del director ue penetraba a mi mama, en vez de asustarme me pùse caliente, pero para mi suerte, el dia se nublo y los niños con sindrome de down por lo regular se calientan sus hormonas en ese tiempo y como se imaginaran ellos se calentaron, buscando una chica, me miraron, espantada yo me fui corriendo a esconderme por el jardin, mire una casa a medio terminar, tenia las 4paredes, asi que me meti, pero me encontraron, eran ellos tres, tenian entre 13 y 14 años, me rodearon, y me tiraron, espantada no sabia que hacer, uno de ellos me bajo la tanga y se lanzo a mamar mi sexo, los otros dos, me sacaron la blusa a la fuerza, y tambien mi brassier, saltando mis grandes pechos, tambien empezaron a mamas, me estaba exitando mas, no supe que tanto dure mientras ellos mamaban y me desespere y a uno lo tumbe al suelo y le baje los pantalones, yo ya tenia los calzones abajo, me le monte,y me mti su pene en mi vagina, luego otro me la estaba intentando meter por el ano, lo deje que intentara penetrarme, ya al tercero la mame yo su pene, se sentia muy bien tenia a los 3 a mi dispocision, a mi no me importo los rasgos de sus rostros, estaba disfrutano al maximo,
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